MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno Felipe González criticó hoy la "dulce decadencia" que vive en la actualidad Europa, a la que acusó además de "no hacer los deberes", de "no funcionar" y de "no saber cómo avanzar".
González ofreció esta tarde, en la clausura del seminario 'Del coste del no Magreb al tigre africano', un discurso plagado de chascarrillos en el que dirigió todos sus dardos contra la situación de crisis de la Unión Europea (UE). En 1993 el ex presidente fue distinguido con el prestigioso premio Carlomagno por su contribución a la unidad europea.
"Asistimos a una dulce decadencia en Europa, pero decadencia al fin y al cabo. Pero con 27.000 dólares per cápita se puede decaer", afirmó, añadiendo que Europa se encuentra en la misma fase que él, en la que se pasa del 'sex-appeal' al 'check-appeal' y se cree que "con un cheque se arregla lo que perdió".
Asimismo, estimó que la Agenda de Lisboa, lanzada en la cumbre europea que se celebró en la capital lusa de 2000, ha fracasado, en el sentido de que no se va conseguir que la UE sea "la primera potencia económica-tecnológica del mundo en 2010" y porque cada vez se está "más lejos", en términos de competitividad y de productividad por hora trabajada, con respecto a Estados Unidos.
Igualmente, consideró que "lo que más separa" a la UE de Estados Unidos es que "sigue funcionando corporativamente". "La tarta de intereses hace imposible que se premie el éxito, que haya movilidad para iniciativas creativas", anotó.
"No hacemos los deberes, no cumplimos los mandamientos de la ley de Dios. Desde el año 2000 ha habido un error de diagnóstico", advirtió. "Europa no funciona, no saben qué hacer con Europa y ser una potencia económica y tecnológica, como es China. Europa no sabe cómo avanzar", agregó, en una referencia implícita a la crisis abierta después de los 'noes' de Francia y Países en los referendos que celebraron el año pasado.
En su opinión, muchos de los problemas que sufre Europa se reproducen también en los países del Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania). "Se privatiza para los amigos y se crea un oligopolio de oferta que agrega más poder al que ya lo tiene", apuntó.
Según el ex presidente, el Magreb dispone de "energía, población, posibilidades de futuro, una Unión del Magreb Arabe (UMA), una muy buena élite y una base social fantástica". Sin embargo, adolece de multitud de fallos. González destacó, sobre todo, la falta de unión en el Magreb, que dijo no entender cuando Europa lo ha hecho con dos guerras mundiales a sus espaldas. Así, dijo que no entendía porqué puede estar cerrada la frontera entre Marruecos y Argelia y denunció la falta de voluntad para resolver el problema del Sáhara Occidental.
Por otra parte, criticó que en el Magreb, como ocurre en América Latina y en los países emergentes en general, "el proceso de toma de decisiones, desde el punto de vista de los poderes establecidos, es opaco y discrecional". "No hay eficiencia y transparencia democrática al servicio de la ciudadanía", afirmó. Igualmente, abundó González, la élite política está muy bien formada, "demasiado Sorbona", pero "no se corresponde con la realidad sobre el terreno".
CLAUSURA
La de González fue una de las últimas intervenciones de este seminario que comenzó ayer y ha estado organizado por el Centro Internacional de Toledo para la Paz y el Instituto Europeo del Mediterráneo, con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. En la sesión de clausura participo además el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos.
Durante dos días, las sesiones del seminario han hecho hincapié en la importancia de la cooperación y de la integración magrebíes. "El Magreb debe ser sobre todo una apuesta estratégica de la política euromediterránea de la Unión Europea, que complemente los esfuerzos impulsados desde la cumbre de Barcelona", argumentó la organización en un comunicado.
Asimismo, en el seminario se ha apostado por "gestionar la emigración como un beneficio común para los países del Mediterráneo" y se han lanzado "proyectos de futuro de un alto contenido estratégico", como "la creación de una autopista energética intermagrebí, la potencialidad de un sistema financiero transparente y eficiente en un espacio único o la constitución de unas aerolíneas norteafricanas".
Finalmente, se ha subrayado la necesidad de hacer de éste un encuentro periódico y de ampliar el campo no sólo a los agentes económicos, sino también al ámbito intelectual, cultural y de la sociedad civil de ambas orillas.
