BANGKOK, 4 Dic. (Reuters/EP) -
La fiscalía ha acusado a dos hombres birmanos de haber asesinado a dos turistas británicos en Tailandia, un caso que ha tenido una amplia repercusión por las denuncias sobre supuestas irregularidades cometidas en el marco de la investigación sobre el crimen.
Los cadáveres de Hannah Witheridge, de 23 años, y David Miller, de 24, fueron descubiertos en la isla de Koh Tao el pasado 15 de septiembre y la autopsia reveló que ambos murieron por los golpes que habían recibido. Además, el cuerpo de Witheridge presenta signos de haber sido violada.
Este asesinato ha tenido repercusión en el sector del turismo tailandés, que representa en torno al 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), y la investigación ha dejado algunas incógnitas sobre las tácticas empleadas por los agentes de la Policía.
Tailandia está sometida a la ley marcial desde el golpe de estado que el pasado mes de mayo puso fin al Gobierno liderado por el partido Pue Thai, tras varios meses de manifestaciones en Bangkok en contra del Ejecutivo.
Los acusados por el crimen son los trabajadores birmanos Zaw Lin y Wai Phyo, ambos de 21 años de edad y que desde octubre están considerados como los principales sospechosos. La Policía mantiene que los dos han confesado el crimen y que las muestras de ADN encontradas en el cadáver de Witheridge coinciden con las de ellos, a pesar de que ninguno de ellos ha comparecido ante el tribunal.
Wai Phyo fue inicialmente identificado como Win Zaw Htun. Los dos acusados se han retractado posteriormente de sus confesiones y han denunciado que fueron agredidos y les amenazaron con electrocutarles, acusaciones que la Policía ha negado.
El pasado mes de noviembre, los sospechosos pidieron ayuda al Gobierno británico y a las familias de las víctimas. En una carta escrita en birmano, los hombres aseguraron que no tenían nada que ver con el asesinato de la pareja británica.
Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, incluida Amnistía Internacional, han manifestado su preocupación por la actuación de la Policía y han pedido una investigación independiente de la denuncia de tortura realizada por los dos acusados.
