KIEV, 3 Abr. (Reuters/EP) -
La Fiscalía General y la cúpula del Ministerio del Interior de Ucrania han asegurado este jueves que el asesinato de manifestantes antigubernamentales en la plaza de la Independencia (Maidán) de Kiev fue obra de las fuerzas especiales antidisturbios, las 'Berkut', bajo "el liderazgo directo" del entonces presidente, Viktor Yanukovich.
En una rueda de prensa, el fiscal general ucraniano y los máximos responsables del Ministerio del Interior han culpado a las Berkut de los disparos que mataron a más de 100 personas en los enfrentamientos en torno a la céntrica plaza de Kiev.
"El antiguo gobierno del país dio órdenes delictivas y un enorme número de personas sufrieron las consecuencias", ha asegurado el ministro interino del Interior, Arsen Avakov. Por su parte, el director del Servicio de Seguridad Estatal, (SBU), Valentin Nalivaichenko, ha denunciado que, durante las protestas, había individuos rusos no identificados en el cuartel general de esta fuerza.
Además, ha asegurado que el 20 de febrero, que fue uno de los días que más muertos se registraron, varios aviones cargados con 5.100 kilos de explosivos de fabricación rusas y otros materiales llegaron a Kiev procedentes de la ciudad rusa de Chkalovsk.
Un portavoz de la Fiscalía General ha afirmado que doce miembros de las Berkut han sido detenidos como sospechosos de haber disparado contra manifestantes.
Los violentos enfrentamientos entre manifestantes y agentes de las fuerzas de seguridad dieron paso a una crisis que llevó al presidente Yanukovich a abandonar el país el 21 de febrero. El Parlamento aprobó su cese un día después y el nombramiento de un gobierno provisional.
Desde su exilio en Rusia, Yanukovich ha asegurado que fue víctima de un golpe de Estado, que el nuevo gobierno no tiene legitimidad y que él nunca ordenó disparar contra los manifestantes. Además, ha exigido la convocatoria de un referéndum para decidir el estatus de cada una de las regiones del país.
La petición del presidente depuesto llega después de que Rusia se anexionara la península ucraniana de Crimea, un territorio que había pertenecido a Rusia hasta 1954, cuando Nikita Jrushchev decidió cederlo a Ucrania, dentro de la Unión Soviética.
