MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
La fiscalía de Corea del Sur ha presentado este jueves cargos por asesinato contra el capitán del 'Sewol' y otros tres miembros de la tripulación por abandonar el barco sin intentar evacuar a los cientos de pasajeros que viajaban en él durante su hundimiento frente a las costas el país el 16 de abril.
El capitán, el ingeniero jefe, el primer oficial del puente y el segundo de abordo están acusados de abandonar el barco tras pedir a los pasajeros, la mayoría de ellos estudiantes de instituto, que permanecieran dentro de los camarotes, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Los cuatro miembros de la tripulación estuvieron entre las primeras personas en ser rescatadas por los servicios de emergencia tras su llegada al lugar del suceso. En caso de ser declarados culpables podrían ser condenados a cadena perpetua.
El ferry, de 6.825 toneladas, y que hacía la ruta desde la ciudad portuaria de Incheon hasta la isla turística de Jeju, se hundió frente a la isla de Jindo (suroeste). El balance oficial de fallecidos es de 281, mientras que 23 personas continúan desaparecidas.
El buque fue construido en Japón en 1994 y tiene 146 metros de eslora, 22 de ancho, pesa 6.325 toneladas y tiene una capacidad máxima para 921 personas, 180 vehículos y 152 contenedores.
Ese día, el 'Sewol' transportaba 3.608 toneladas de carga, incluyendo 108 vehículos, lo que supone una cifra tres veces superior a la capacidad del barco. La fiscalía sostiene que la carga se desniveló y provocó que el barco comenzara a zozobrar.
Además, la investigación revela que la empresa Chonghaejin Marine comenzó a compensar la reducción del número de pasajeros con la aceptación de cargas cada vez más elevadas para mejorar los beneficios desde que comenzó a cubrir en marzo de 2013 la ruta entre Incheon y Jeju.
La presidenta surcoreana, Park Geun Hye, se ha disculpado públicamente en dos ocasiones por la respuesta gubernamental al hundimiento del 'Sewol', una catástrofe que ha provocado además la dimisión del primer ministro, Chung Hong Won, por la mala gestión de la crisis por parte de las autoridades.
