Sin embargo, también denuncian la "degradación pública" causada por las manifestaciones y consideran proporcionada la respuesta policial
PARÍS, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los franceses cree que el Gobierno no ha estado a la altura a la hora de gestionar la crisis desatada por el movimiento social de los 'chalecos amarillos' en las protestas iniciadas hace ya diez semanas por la subida de los precios del combustible, pero también han amonestado a los participantes de los concentraciones por su violencia y por la degradación de los lugares públicos, al tiempo que han dado su apoyo a la reacción de la Policía.
Según una encuesta de seguridad realizada por Odoxa-Fiducial para 'Le figaro', el 83 por ciento de los encuestados consideran que la protesta social ha supuesto un punto de "ruptura" y asocian estas marchas con la "degradación de lugares públicos y privados".
Otro 81 por ciento creen que las protestas han degenerado en una "sistematización de la violencia contra la policía" y un 77 por ciento incluso predicen nuevas "escenas de saqueo" en próximas manifestaciones.
También hay que destacar que, a pesar del polémico uso de las escopetas de balas de goma LBD40, solo una minoría de la opinión considera que el uso de la fuerza fue "excesivo" en los primeros nueve actos de movilización . De hecho, en el 58 por ciento de los casos, los encuestados incluso afirman lo contrario: un 35 por ciento cree que la Policía empleó "violencia legítima" y un 23 por ciento llegó a considerarla incluso como insuficiente.
FRACASO DEL GOBIERNO
En realidad, los franceses han decidido responsabilizar al Gobierno de haber sido incapaz de ordenar una respuesta eficaz de la Policía. Un 64 por ciento cree que el Elíseo no preparó lo suficiente a las fuerzas de seguridad para lidiar con la violencia reinante.
Un 68 por ciento de los encuestados creen que el Gobierno "no ha estado a la altura" y la condena a la actuación de la cúpula del Elíseo es uniforme entre todos los máximos responsables de la respuesta a las protestas.
Por ejemplo, el 66 por ciento de los encuestados cree que el primer ministro del país, Édouard Philippe, no encarna la autoridad del estado, pero la desaprobación sube al 70 por ciento para el presidente, Emmanuel Macron, y al 71 por ciento para el que consideran responsable directo de toda la operación de contención, el ministro del Interior, Christophe Castaner.
