PARÍS, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Dalai Lama llegó a primera hora de esta mañana a París, según informaron los medios de comunicación franceses. El líder espiritual budista desarrolla desde hoy una estancia de 12 días en el territorio francés en la que no tiene previsto encontrarse con el jefe de Estado galo, Nicolas Sarkozy.
Mientras que en sus recientes desplazamientos a Alemania y Estados Unidos, el Dalai Lama se entrevistó con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente estadounidense, George W. Bush, en Francia, el líder tibetano no se verá con el mandatario galo, sino con su esposa, Carla Bruni.
Ese encuentro se realizará en el marco de una ceremonia de inauguración de un templo budista en la comuna francesa de Roqueredonde, situada en el departamento del sudoeste francés de Hérault.
El reconocido con el premio Nobel de la Paz en 1989 habría preferido no plantear una visita al jefe del Estado francés mientras dure la celebración de los Juegos Olímpicos en China. "El presidente de la República comprende las razones que conducen al Dalai Lama a no solicitar una entrevista durante su estancia en agosto", informó el Elíseo el pasado miércoles a través de un comunicado.
En consecuencia, la única cita con carácter político que realizará el Dalai Lama en Francia tendrá lugar este miércoles, día en que el líder budista protagonizará en el Senado un encuentro dedicado al Tíbet con los representantes de los grupos parlamentarios franceses.
En el plano puramente espiritual, el Dalai Lama tiene previsto realizar una visita a varios centros budistas repartidos por el territorio francés. Entre ellos se encuentra la nueva y más grande pagoda de Europa construida por la congregación vietnamita de Évry, ciudad situada en el departamento de Essonne, cerca de París.
Entre los días 15 y 20 de agosto, el líder espiritual tibetano protagonizará en Nantes, en el este de Francia, un ciclo de conferencias en el que tratará temas como "la paz interior" y "la paz universal". El viaje del premio Nobel de la Paz ha generado una gran expectación en Francia, especialmente entre los cerca de medio millón de budistas practicantes que viven en el territorio francés.
