PARIS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, mantuvieron esta tarde en el Elíseo un encuentro de casi una hora en el que intercambiaron sus puntos de vista sobre la crisis que atraviesa la compañía Alitalia y repasaron los principales puntos de la agenda del Consejo Europeo de los próximos 15 y 16 de octubre, informaron fuentes de la presidencia francesa.
La conversación sobre Alitalia se centró básicamente en la cuestión de buscar una solución para la supervivencia de la empresa y constatar que la evolución del tráfico aéreo en Europa camina hacia las alianzas entre compañías.
En este sentido, el presidente italiano evocó posibles alianzas comerciales con Air France, al igual que con la alemana Lufthansa. Berlusconi destacó que un acuerdo comercial con la frances sería de gran interés mientras que el mandatario galo puso de relieve que este asunto no concierne a las autoridades francesas sino a la dirección de Air France.
En el ámbito europeo y, más concretamente sobre la preparación del próximo Consejo Europeo, se habló del Pacto europeo sobre inmigración, del futuro del Tratado de Lisboa tras el 'no' irlandés y del paquete energía-clima que el presidente Sarkozy pretende sacar adelante en diciembre alegando que la era 'post-petróleo' ha comenzado y que se impone una decisión. Berlusconi replicó que la decisión es difícil por sus repercusiones en el terreno industrial y económico pero se comprometió a trabajar estrechamente con la presidencia.
GEORGIA
En el terreno internacional se aludió a la crisis entre Rusia y Georgia y Sarkozy confirmó a su interlocutor que, de momento, se está cumpliendo lo previsto en el acuerdo entre los dos países. Berlusconi le confirmó por su parte a su homólogo la intención de Italia de enviar unos 40 observadores en el marco de la misión aprobada ayer mismo por los ministros de Exteriores de la UE, con lo que Italia será el segundo "contribuyente" a la misión después de Francia.
La reunión sirvió también para repasar la agenda bilateral, ámbito en el que Sarkozy se felicitó de la decisión de Berlusconi de desarrollar la energía nuclear en Italia y del interés del presidente italiano de mantener una fuerte cooperación entre emrpresas italianas como Enel y compañías francesas.
