PARÍS, 3 Ago. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
La estancia vacacional de dos semanas que comenzó ayer el jefe de Estado galo, Nicolas Sarkozy, en la exclusiva localidad de Wolfeboro, en el Estado de Nuevo Hampshire, en el noreste de Estados Unidos, levantó hoy las primeras críticas de la oposición, que considera "el gusto por el lujo" del presidente francés "una contradicción".
Al hacerse oficial esta tarde que Nicolas Sarkozy se encuentra de vacaciones en la localidad de Wolfeboro, en una casa de 2.000 metros cuadrados situada en la orilla del lago Winnipesaukee, con una playa privada que cuenta con cuatro emplazamientos para barcos y cuyo alquiler semanal asciende a unos 30.000 dólares --unos 22.000 euros --; la oposición comenzó a criticar "el gusto por el lujo del presidente francés".
Según declaró a Europa Press, Benoit Hamon, portavoz del Partido Socialista (PS) francés, "existe una contradicción entre la remuneración mensual del presidente de la República", de unos 6.000 euros al mes, "y su nivel de vida y el de su familia, que sólo es comparable al de un uno por ciento de los hogares de Francia".
Para Hamon, las actuales vacaciones del presidente nos retrotraen "al yate" en el que Nicolas Sarkozy pasó su estancia en Malta tras imponerse en la elección presidencial. Las condiciones materiales en las que realizó ese viaje, en el jet privado y en un yate de lujo propiedad del empresario galo, Vincent Bolloré, uno de los hombres más ricos de Francia, desató una polémica que acortó de siete a dos días y medio el número de jornadas que tuvo de reposo.
