Francia.- El Parlamento francés aprueba por la mínima la reforma constitucional promovida por Sarkozy

Actualizado: lunes, 21 julio 2008 21:17

PARÍS, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

Diputados y senadores reunidos en una sesión conjunta del Congreso en Versalles aprobaron hoy por la mínima la ley de reforma de la Constitución francesa impulsada por el presidente, Nicolas Sarkozy, que sale adelante gracias a 539 votos, es decir, sólo uno más de los requeridos para obtener los tres quintos necesarios. Votaron en contra 357 parlamentarios.

Considerada una de las principales apuestas de Sarkozy para modernizar la V República, con el voto en Versalles se culmina un año de reflexión, debates y enfrentamientos, exacerbados a medida que se acercaba el momento del plebiscito definitivo. Se trata de la vigésimo cuarta revisión constitucional desde 1958 y del décimo sexto Congreso de la historia de la V República.

Durante la intervención con la que se abrió el debate, el primer ministro, François Fillon, apeló al espíritu de "responsabilidad y cohesión nacional" para que el Congreso de Versalles diera su visto bueno a la reforma. "Nuestra Constitución no es ni de derechas ni de izquierdas. Es nuestra ley fundamental", dijo Fillon en el hemiciclo del Castillo de Luis XIV.

"Vuestro voto dibujará el rostro de nuestra democracia y ese rostro no es disociable del de Francia", agregó recordando que la elección era entre "renovación o 'status quo'". "Ésa --continuó-- es la alternativa y lo demás no es más que literatura".

La votación se ha visto precedida de un gran suspense por la anunciada negativa de los socialistas a aceptar un texto que juzgan insuficiente para garantizar los derechos de la oposición, mientras que el Elíseo se ha movilizado intensamente para evitar lo que se habría considerado sin duda como un duro golpe asestado al presidente de la República. Las disposiciones previstas en la ley de reforma de las instituciones son apoyadas masivamente por los franceses, según los últimos sondeos.

El texto otorga nuevos poderes al Parlamento y a los ciudadanos y enmarca el poder del presidente de la República limitando a dos los mandatos consecutivos, si bien permite que el jefe del Estado pueda expresarse directamente ante los parlamentarios, un derecho del que ahora carece.

Además, introduce el reconocimiento de las lenguas regionales y mantiene la obligatoriedad de someter a referéndum cualquier ampliación de la Unión Europea pero abre la vía a que el jefe del Estado pueda hacerlo a través de la ratificación parlamentaria.

La oposición ha denunciado las "presiones" ejercidas sobre algunos diputados de la derecha, reticentes a votar a favor de la reforma. "Allí donde esperábamos progresos para la democracia, ustedes nos proponen reforzar la monocracia", espetó el orador socialista en el Congreso, Bernard Frimat, al anunciar el voto en contra de los senadores de su partido.