PARÍS, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
La participación en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas hasta las 17.00 horas ha sido del 46,16 por ciento, una cifra algo más baja que el 48,31 por ciento de la primera ronda de la votación, celebrada el pasado 10 de junio, según los datos difundidos por el Ministerio del Interior francés.
Sin embargo, la diferencia es aún mayor con respecto a la segunda vuelta de las legislativas de 2007, cuando a esta hora había votado el 49,58 por ciento del electorado. Ahora bien si comparamos estos datos con el de la segunda vuelta de las recientes elecciones presidenciales a esta misma hora, 71,96 por ciento, llama la atención la escasa participación.
Cuatro empresas de demoscopia --IFOP, Opinion Way, TNS Sofres y BVA-- pronostican que el Partido Socialista y sus aliados de izquierda más próximos obtendrán una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y el Senado, con lo que el presidente François Hollande evitará la temida cohabitación. Otros dos sondeos --Ipsos y Harris Interactive-- auguran que los socialistas deberán pactar con los ecologistas y el Frente de Izquierda.
Los socialistas han expresado ya su "confianza" en el buen resultado que previsiblemente obtendrán. Así, la secretaria general del Partido Socialista, Martine Aubry, ha pedido una "gran mayoría" para el presidente François Hollande tras ejercer su derecho al voto en un colegio electoral de Lille, ciudad de la que es alcaldesa, poco después de las 11.00 horas.
Sonriente y relajada, Aubry ha votado junto a su marido, el abogado Jean-Louis Brochen, y se ha mostrado "confiada, sobre todo si los franceses se movilizan y votan". "Pienso en los jóvenes, que no deben pensar que el trabajo ya esté hecho porque Nicolas Sarkozy se haya ido y François Hollande sea presidente de la República. Hace falta una gran mayoría", ha argumentado.
También ha votado ya la antigua candidata a la Presidencia francesa Ségolène Royal, recibida con aplausos a su llegada al colegio electoral de La Rochelle en el que ha depositado su papeleta. Royal, antigua pareja de Hollande, está inmersa en una polémica por el apoyo de la primera dama, Valérie Trierweiler, a su rival en las legislativas, un disidente socialista, Olivier Falorni. La propia Royal ha reconocido que es un día "un poco tenso".
