MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Francia ha pedido este lunes a Estados Unidos que siga apoyando sus operaciones contra los grupos yihadistas en la región del Sahel, a raíz de las informaciones del diario 'The New York Times' sobre una posible retirada de tropas estadounidenses de la zona.
La ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, ha defendido durante una rueda de prensa junto a su homólogo estadounidense, Mark Esper, que los países del Sahel "están en una situación en la que la ayuda es fundamental".
"Es un caso clásico de división de la carga. Un apoyo limitado de Estados Unidos hace palanca sobre el inmenso esfuerzo llevado a cabo por Francia y Europa", ha agregado, antes de dar las gracias a Washington por el apoyo a las operaciones de París durante los últimos siete años.
"He tenido la oportunidad de decir (a Esper) que el apoyo estadounidense es clave para nuestras operaciones y que su reducción limitaría gravemente nuestra eficacia contra los terroristas", ha remachado.
Las palabras de Parly han llegado después de que 'The New York Times' informara en diciembre de que Estados Unidos estaría considerando poner fin a su apoyo a las fuerzas francesas en el Sahel y abandonar una nueva base de drones en Níger.
Esper ha manifestado que aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto, si bien ha destacado que el objetivo de Washington es trasladar el centro de las operaciones del país norteamericano hacia el este, para hacer frente a China y Rusia.
Según denunció el 8 de enero el representante especial de la ONU para el Sahel, Mohamed Ibn Chambas, en los últimos meses la región --y principalmente Burkina Faso, Malí y Níger-- ha experimentado "un devastador aumento en los ataques terroristas contra objetivos civiles y militares".
En estos tres países, según Ibn Chambas, hubo en 2019 más de 4.000 muertos, una cifra que quintuplica los 770 que dejaron las acciones de los grupos terroristas en 2016. El responsable de la ONU llamó además la atención sobre el hecho de que "el foco geográfico" se está trasladando hacia el este, "amenazando cada vez más a los países costeros de África Occidental".
