PARÍS, 20 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
En la jornada de hoy se registraron movilizaciones de profesores de la educación secundaria en toda Francia contra el "decreto Robien", un texto que lleva el apellido del Ministro francés de la Educación Nacional, Gilles de Robien.
El texto establece, entre otras medidas, la supresión de 5.000 puestos de trabajo en la educación secundaria así como el aumento del tiempo de trabajo del profesorado.
Según aseguró a Europa Press Bernard Boisseaut, secretario general de la federación de la educación secundaria del sindicato mayoritario en institutos y colegios, la Federación Sindical Unitaria (FSU), las movilizaciones de huelga y manifestación fueron secundadas, respectivamente, por "el 40 y el 38 por ciento de los profesores en institutos y colegios".
Para Thierry Cadart, de la federación sindical de la educación nacional de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), los datos de la movilización "no son un éxito pero tampoco un fracaso" como anunciaron las fuentes ministeriales, según las cuales sólo un profesor de cada cinco habría secundado las movilizaciones.
Por su parte, Boisseaut expresó satisfacción al darse a conocer que dos de los favoritos a las elecciones presidenciales francesas, Ségolène Royal, aspirante del Partido Socialista francés y François Bayrou, candidato del partido centrista, Unión por la Democracia Francesa, manifestaron que abrogarían el "decreto Robien" en caso de ser elegidos jefes de Estado.
El sindicato de Cadart no llamó "a la huelga pero sí a protagonizar acciones de protesta". Según él, "habida cuenta de que las elecciones presidenciales están ahí" --que se celebrarán los próximos 22 de abril y 6 de mayo--, "queremos mirar hacia el futuro y no al Gobierno actual".
Aún así, Cadart fue crítico con De Robien, y manifestó conformidad con la decisión de los sindicatos de funcionarios Confederación General del Trabajo, Fuerza Obrera, FSU y Unsa Educación de no acudir más desde esta tarde en adelante a los organismos paritarios de la función pública del Estado como forma de denunciar la falta de diálogo social del Gobierno.
"Si esos organismos tuvieran un verdadero funcionamiento de diálogo social, esto no ocurriría", explicó Cadart. "La diferencia con cómo es la negociación en España es enorme", dijo, al mismo tiempo que reconoció la medida de los sindicatos "se trata de una medida simbólica", porque, en realidad, por ejemplo en el Ministerio de la Educación Nacional, "no existe negociación social; las relaciones con De Robien han llegado al punto muerto".
