Francia.- Rechazada la moción de censura socialista contra el Gobierno francés

Actualizado: martes, 21 febrero 2006 20:33

Villepin cita a Zapatero y Blair como ejemplos de "una izquierda que apuesta por la modernidad"

PARIS, 21 Feb. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -

La Asamblea Nacional francesa rechazó hoy la moción de censura presentada por la oposición socialista contra el Gobierno conservador de la la UMP por una política económica y social "que fomenta la precariedad". La mayoría absoluta de centroderecha permitió, como era previsible, tumbar las esperanzas de la iniciativa, que sólo recabó 178 votos, cuando el mínimo necesario para aprobar la moción de censura es de 289 escaños.

El grupo socialista, que acusó al ejecutivo de "multiplicar la injusticias", y el comunista unieron sus votos, junto a los diputados verdes, contra la política gubernamental, mientras la centrista UDF prefirió abstenerse de retirar su confianza al Ejecutivo. Fue la aprobación por decreto de una reforma del derecho laboral, con la consiguiente interrupción del debate parlamentario, lo que empujó a la oposición de izquierdas, hace dos semanas, a convocar esta moción de censura.

El primer ministro, Dominique de Villepin, definió su reforma como "una respuesta nueva al desempleo" y dijo "soñar con una oposición que dé la espalda a la ideología y opte por la modernidad, como otros partidos de izquierda en Europa, como Zapatero, como Blair o como los aliados de Merkel en Alemania".

El principal motivo de discordia entre Gobierno y oposición es la creación de un nuevo tipo de contratos, llamados Contratos Primer Empleo (CPE), concebidos específicamente para los jóvenes y que permiten el despido libre durante dos años (con una indemnización mínima), periodo tras el cual el trabajador obtiene derechos plenos. Un tipo de relación contractual semejante a la puesta en marcha por este Gobierno para las pequeñas y medianas empresas, que también privilegia la flexibilidad y el despido libre, a costa de un mayor número de contratos creados.

El primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, criticó en su discurso estos contratos, que tachó de "armas de destrucción de los contratos indefinidos". "Progresivamente, los CPE se convertirán en la única forma de acceso al mercado laboral para los jóvenes", subrayó el socialista. El líder de esta formación propuso que las empresas paguen menos cotizaciones sociales cuanto mayor sea la duración de un contrato.

"Si queremos salvar el sistema social francés, hay que refundarlo sobre bases sólidas y justas", argumentó el jefe del Gobierno, quien propuso a los ciudadanos un "nuevo pacto social más moderno y equitativo" que pasa por una política de empleo diferente. "El progreso social no pasa por la fotografía nostálgica del pasado, sino por reconocer la movilidad", agregó Villepin.

Las movilizaciones contra el CPE proseguirán esta semana, especialmente el jueves, coincidiendo con la aprobación del proyecto de ley por parte del Senado. El 7 de marzo, sindicatos de trabajadores y estudiantes, y partidos de la oposición convocarán de nuevo manifestaciones en todo el país, al igual que el pasado 7 de febrero, cuando entre 220.000 y 400.000 personas protestaron contra la reforma laboral.

Esta tarea de desgaste de la oposición está afectando a la imagen del primer ministro, Dominique de Villepin. Desde enero, la imagen del jefe del Gobierno ha caído nueve puntos y recaba sólo un 43 por ciento de opiniones positivas entre los ciudadanos. Lo que se explica por la oposición de la mayoría de los franceses a esta reforma. Entre un 50% y un 60% de la población, según todos los sodndeos publicados, ve con malos ojo esta modificación del derecho laboral.