Francia.-Sarkozy busca recortar privilegios de jubilados y abolir la penalización de quienes trabajen con más de 65 años

Actualizado: miércoles, 19 septiembre 2007 0:13

Critica que la semana laboral de 35 horas no ha creado más puestos de trabajo aunque asegura que no la abolirá

PARÍS, 18 Sep. (EP/AP) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió hoy celebrar reuniones entre el Ejecutivo y los sindicatos para negociar la retirada de privilegios de los que gozan los funcionarios jubilados, al tiempo que abogó por abolir la penalización de quienes, en edad de jubilarse, sigan trabajando, al criticar que el sistema social en Francia "desalienta el trabajo".

En un discurso centrado en la necesidad de modificar la legislación laboral actual, el jefe de Estado galo propuso también relajar los requisitos de la semana de 35 horas laborales, aprobada en 1999 en el país, al asegurar que las personas que trabajen, por ejemplo, horas extraordinarias deben poder escoger si quieren cobrar un suplemento adicional a su salario o por el contrario quieren disfrutar de días de vacaciones. A pesar de reconocer que la semana laboral de 35 años que instaló el Ejecutivo socialista no ha creado más puestos de trabajo, aseguró que no la abolirá.

Sarkozy ha hecho de la recuperación económica francesa su principal objetivo por la necesidad de que Francia, a su juicio, deje de alentar prácticas socioeconómicas que suponen un yugo al crecimiento económico.

Por este motivo, el presidente ha pedido a su ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, iniciar negociaciones con los sindicatos de trabajo a fin de armonizar las pensiones de todos los funcionarios públicos, al considerar que los privilegios especiales de determinados jubilados son demasiado costosos para las arcas del Estado, además de estar, asegura, desfasados y ser injustos.

Los empleados de algunas compañías estatales gozan en la actualidad de beneficios especiales durante su jubilación --privilegios que datan de antes de la Segunda Guerra Mundial e incluso son anteriores a 1939--. A modo de ejemplo, los taxistas y conductores de autobuses franceses pueden jubilarse con una pensión estatal a partir de los 50 años, en lugar de con 60, igual que parlamentarios o empleados del Banco de Francia o del Teatro Nacional.

Sarkozy también ha propuesto despenalizar a los trabajadores que quieran seguir en sus puestos de trabajo más allá de los 65 años. Para ello, ha pedido al Ejecutivo que elimine impuestos y otras medidas que considera hacen que las personas no estudien la alternativa de no jubilarse tras alcanzar la edad legal establecida.

Algunos sindicatos aseguran que Sarkozy intenta sacar adelante reformas demasiado rápidas, tal y como explicó el presidente del sindicato influyente CGT, Bernard Thibault, quien convocó una manifestación para el próximo 13 de octubre para protestar por lo que calificó de "misión imposible" de Sarkozy.

Sin embargo, la presidenta del principal sindicato de los trabajadores MEDEF, Laurence Parisot, elogió al presidente por sus propuestas, al considerar que están "rediseñando el modelo social que se ajuste a los desafíos actuales".

Sarkozy aseguró que las propuestas se llevarán adelante "con serenidad, pragmatismo y sin perder de vista la necesidad de conciliar mejor la vida familiar con la vida profesional" y reconoció su confianza en que las negociaciones entre Ejecutivo y sindicatos de produzcan resultados a finales de año.

INMIGRACIÓN

Por otra parte, el Parlamento comenzó hoy a debatir un proyecto de ley para combatir la inmigración ilegal en el país y que, de ser aprobado, requerirá a los inmigrantes que soliciten la reagrupación familiar someterse a un examen de lengua francesa.

Asimismo, prevé exigir un salario determinado para dar el visto bueno a dicha reagrupación familiar, a fin de garantizar que el inmigrante que pretende traer a su familia al país sea capaz de sustentar a sus familiares.

Además, el proyecto de ley exigirá a los padres que quieran reunirse con sus familiares en Francia firmar un "contrato de inmigración" por el que se comprometen a someterse a los derechos y deberes estipulados en Francia.

Por otra parte, la legislación debatida alentará a los inmigrantes que deseen vivir en Francia con familiares suyos someterse a exámenes voluntarios de ADN para comprobar su relación filial.