PARÍS, 24 Abr. (EUROPA PRESS/ Salvador Martínez) -
El tercer candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el centrista François Bayrou, anunciará mañana, miércoles, en una conferencia de prensa si ha decidido o no dar una consigna de voto a sus electores. Según el diario francés 'Le Figaro', hay pocas posibilidades de que Bayrou indique a qué candidato deben votar los cerca de siete millones de votantes que le eligieron.
Los estudios de opinión distribuyen los sufragios del candidato del partido centrista Unión por la Democracia Francesa (UDF) desde el mismo día del escrutinio, que le dejó sin posibilidades de acceder a la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
En un nuevo sondeo publicado hoy, el instituto de estudios de opinión Ipsos-Dell daba cuenta de que el 38 por ciento de los electores de Bayrou --el 18,57 por ciento del total del pasado domingo-- elegirán a la candidata del Partido Socialista (PS) francés, Ségolène Royal, en la segunda vuela, que se celebrará el próximo 6 de mayo.
Por otro lado, un 25 por ciento de los electores del centrista elegirían, según los resultados de Ipsos, al candidato más votado en la primera ronda de las elecciones, el aspirante del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy.
Los resultados de este sondeo presuponen que François Bayrou no dará una consigna de voto a sus electores, un escenario que prevé el periodista el diario conservador 'Le Figaro' Philippe Goulliaud.
Según escribe Goulliaud, en la conferencia de prensa que dará mañana por la tarde, "Bayrou no dará ninguna consigna de voto". El periodista cita a alguien cercano del candidato centrista mantenido en el anonimato que asegura que "el combate de Bayrou" era el de "decir que hacía falta salir del enfrentamiento" protagonizado entre socialistas y populares galos.
Según la misma fuente, Bayrou "no ha hecho todo esto para precipitarse a uno de los dos campos" a falta de 12 días para el fin de la campaña presidencial.
En la misma dirección van las declaraciones de Marielle de Sarnez, directora de la campaña del aspirante de la UDF, quien asegura a Goulliaud que "François Bayrou responderá a todas las exigencias de sus electores, no les decepcionará".
De este modo, parece poco probable que Bayrou plantee mañana que es necesario votar por uno de los dos candidatos, a quienes no paró de describir en su campaña presidencial como monopolizadores del poder en Francia.
Aún así, el candidato de la UDF tendrá que considerar el hecho de que buena parte de los diputados de la formación centrista son elegidos en las circunscripciones gracias al apoyo en forma de votos que reciben de los candidatos de la UMP en las circunscripciones en las que resultan electos.
Que esta tarde Bayrou se haya reunido a puerta cerrada con los diputados de la UDF da cuenta de la importancia que tiene para el centro francés un eventual pronunciamiento a favor de Royal o Sarkozy, sobre todo a falta de poco más de un mes para que se celebren las elecciones legislativas.
ESFUERZOS DE ROYAL
Entretanto, se intensifican los esfuerzos de una aspirante socialista para acercar a Bayrou a su campo político. Royal fue quién ayer propuso al candidato centrista un "debate público" sobre una serie temas en los que ambos podrían establecer puntos de encuentro.
De nuevo esta mañana, y tras una entrevista de trabajo con el que fuera presidente socialista de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, Jacques Delors, la aspirante del PS francés dijo que "es François Bayrou quien debe aceptar sus responsabilidades y explicar cómo ve la organización de ese debate".
La invitación de Delors al cuartel general de la campaña de la socialista no tiene nada de accidental, pues fue Bayrou quien dijo que si él era elegido jefe de Estado francés nombraría a un socialdemócrata, un "Delors joven", en el cargo de primer ministro.
Tampoco resulta casual que Royal vaya a protagonizar su mitin de este viernes en Lyón con el primer ministro italiano, Romano Prodi, otro de los políticos de izquierda que Bayrou ha calificado de "ejemplares" en su campaña, habida cuenta de que el también ex presidente de la Comisión Europea lidera una coalición política de nueve partidos políticos en los que hay desde comunistas hasta democristianos.
Pero mientras los signos hacia el centro se multiplican por parte de una candidata socialista que necesita imperativamente los votos que recibió Bayrou para imponerse a Sarkozy, el centrista sólo ha respondido con un largo silencio.
