Fuentes de inteligencia dudan del nombramiento de Hakimulá Meshud al frente de los talibán del país

Actualizado: domingo, 23 agosto 2009 12:15


ISLAMABAD, 23 Ago. (Reuters/EP) -

Fuentes de inteligencia paquistaníes y extranjeras han expresado serias dudas sobre el nombramiento del guerrillero Hakimulá Meshud como nuevo comandante de los talibán paquistaníes, ya que creen que se encuentra muerto o gravemente herido durante el enfrentamiento interno que se desencadenó en el grupo tras la muerte de su líder, Baitulá Meshud, en un bombardeo estadounidense el pasado 5 de agosto.

El nombramiento fue dado a conocer por un grupo de líderes tribales afines a los talibán en un momento en el que otro comandante, Faqir Mohammad, parecía haber asumido el cargo, teóricamente de manera temporal. Sin embargo, la Inteligencia paquistaní duda incluso de la identidad de los propios encargados de realizar el anuncio.

"La verdad es que hay confusión", declaró bajo el anonimato un oficial de Inteligencia para el Noroeste de Pakistán. "Hace dos días, Fariq anunciaba que era jefe de los talibán paquistaníes, y ahora dice que el líder es Hakimulá. A mi me parece un truco", señaló. "Lo que sí me parece real es el anuncio, pero lo que no me parece real es el hombre, en sí mismo, porque el verdadero Hakimulá está muerto".

Baitulá Meshud era el comandante del grueso de las milicias talibán paquistaníes que operaban en la mayor parte de la frontera con Afganistán, sirviendo de apoyo a sus compañeros en el país vecino. Tras su muerte, la Inteligencia paquistaní cree que los talibán han creado una "cortina de humo" para esconder un vacío de poder que se prolonga desde hace ya más de tres semanas.

Por el momento, los Gobiernos internacionales implicados en la guerra de Afganistán aguardan a ver si emerge una nueva cúpula de poder en los talibán paquistaníes más abierta a un acuerdo de paz que limite las operaciones de los talibán afganos en la frontera, donde las fuerzas de seguridad paquistaníes esperan realizar una ofensiva por tierra para terminar de eliminar los reductos guerrilleros en las montañas, aunque tal operación no parece inminente.