Las fuerzas estadounidenses continúan con la ofensiva contra los milicianos chiíes en Basora y Bagdad

Actualizado: viernes, 28 marzo 2008 23:49


BASORA (IRAK), 28 Mar. (Reuters/EP) -

Las fuerzas estadounidenses continuaron hoy con la ofensiva que iniciaron hace cuatro días contra los milicianos chiíes en Irak, lanzando por primera vez ataques aéreos en Basora y librando duros combates contra los milicianos en Bagdad.

Los enfrentamientos han puesto de manifiesto las desavenencias dentro de la comunidad chií, la mayoritaria en Irak, y han aumentado la presión sobre el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, cuyas fuerzas no han conseguido expulsar de las calles a los combatientes seguidores del clérigo Moqtada al Sadr. En Bagdad se han producido enfrentamientos en al menos trece barrios mayoritariamente chiíes, pero especialmente en Ciudad Sadr, el principal bastión del clérigo chií.

El toque de queda impuesto por las autoridades en Bagdad no evitó los ataques con cohetes y los combates en la capital iraquí. Los helicópteros estadounidenses dispararon en repetidas ocasiones contra Ciudad Sadr y otras zonas chiíes donde se esconden los milicianos.

Un portavoz de las fuerzas estadounidense en Bagdad, comandante Mark Cheadle, declaró: "Nos hemos ocupado del enemigo con artillería, (...), con la aviación, (...) con fuego directo".

En un ataque perpetrado después del amanecer, un helicóptero estadounidense lanzó un misil contra los hombres armados que disparaban desde el tejado de un edificio, causando la muerte a cuatro de ellos.

Más tarde, varios coches quedaron envueltos en llamas tras lo que parecía un ataque aéreo sobre un aparcamiento de Ciudad Sadr. La Policía dijo que otro asalto aéreo estadounidense contra Kadhimiya, un bastión de Al Sadr en el norte de Bagdad, mató a cinco personas, y que posteriores ataques aéreos sobre Ciudad Sadr causaron la muerte de otras doce. Las fuerzas estadounidenses calcularon que en total acabaron con 27 combatientes en la capital ayer y con otros trece hoy.

Por su parte, Al Maliki había dado órdenes de perseguir "sin piedad" a los combatientes en Bagdad, no negociar con "grupos criminales" y tratar como a un proscrito a cualquier persona que viole el toque de queda.

ZONA VERDE

El Parlamento iraquí había convocado una sesión de emergencia, pero sólo acudieron 54 diputados de los 275 que son en total. La denominada 'zona verde', que alberga los edificios gubernamentales y diplomáticos --entre ellos, el Parlamento-- fue bombardeada con cohetes cuando los diputados se disponían a reunirse.

Un misil cayó sobre la oficina que el vicepresidente iraquí, Tareq al Hashemi, tiene en este área, matando a un guardia de seguridad. La Embajada estadounidense ordenó a su personal presente en la 'zona verde' que se pusiese a cubierto y llevase puestas prendas antibalas y cascos cuando no estuviese refugiado.

OFENSIVA EN BASORA

En la segunda ciudad más grande de Irak, Basora, donde Al Maliki lanzó la ofensiva el pasado martes, el primer ministro amplió el plazo de 72 horas concedido a los milicianos para que se rindiesen, dándoles hasta el 8 de abril para que entreguen sus armas a cambio de dinero.

Pero el subcomandante militar del Ejército del Mahdi --la milicia liderada por Al Sadr-- en Basora, Abu Hassan al Daraji, aseveró que los combatientes seguirán luchando y nunca renunciarán a sus armas. "No entregaremos ni una sola bala", dijo.

El jefe del Ejército de tierra iraquí en Basora, comandante general Ali Zaidan, estimó que sus fuerzas habían matado a 120 combatientes "enemigos" y herido a unos 450 desde el inicio de la campaña.