BANJUL, 23 Sep. (EP/AP) -
El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, cumplirá los pronósticos y revalidará su mandato en las elecciones celebradas hoy en el país africano. Con 34 de las 48 circunscripciones ya cerradas, Jammeh lidera la votación con un 65 por ciento de los votos a su favor, según informó el jefe de comunicación de la Comisión Electoral, Joseph Colley.
Los resultados distan de ser definitivos, ya que aún quedan por contabilizar los votos de algunos de los centros electorales más importantes del país en la zona de Banjul, la capital del país. Colley tampoco reveló los resultados obtenidos por los dos rivales de Jammeh.
Jammeh busca su segunda reelección presidencial por un nuevo periodo de cinco años, ya que el país carece de un límite de reelecciones presidenciales. El actual jefe de Estado consiguió introducir una enmienda constitucional según la cual el candidato más votado será automáticamente nombrado presidente, aunque su margen de ventaja sea mínimo.
Los gambianos desafiaron hoy a la intensa lluvia para acudir a las urnas, donde les esperaban las papeletas del propio Jammeh, de Ousanou Darboe y del profesor universitario Halifa Sallah. Los dos opositores han prometido una mayor estabilidad económica y reformas democráticas en un país asolado por la extrema pobreza y cuyo Gobierno es acusado constantemente de represión política.
Uno de los miembros del equipo de observadores de Reino Unido afirmó que la elección había sido bien organizada, pero los "abusos públicos" podrían provocar que los comicios no sean limpios. "Hemos alertado de algunos hechos que podrían afectar al resultado", afirmó Salim Ahmed, ex primer ministro tanzano y jefe del equipo de observadores. Ahmed apunto como ejemplos para una gira supuestamente apolítica realizada por el presidente durante la campaña electoral o al apoyo mostrado por los servicios de seguridad a su candidatura.
El país, de 1,6 millones de habitantes, tiene un censo electoral de 670.000 personas, según la Comisión Electoral.
Jammeh accedió al poder en 1994 a través de un golpe de Estado y continúa gobernando el país desde hace doce años gracias a las victorias electorales obtenidas en 1996 y 2001. La oposición reclamó en ambas ocasiones que había fraude electoral, pero los observadores internacionales descartaron esta posibilidad.
