MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha vuelto a invitar este miércoles a los talibán a participar en un proceso de paz, recalcando que la población exige el fin del conflicto en el país centroasiático.
"Les daremos (a los talibán) la opción de decidir, y deben pensar si tienen intención de rendirse a la voluntad de Dios, de si se dan cuenta de las expectativas de la población o no", ha señalado.
Las palabras de Ghani han llegado tras dos días de reuniones sobre un proceso de paz, una semana antes del Proceso de Kabul, en el que participarán 23 países, Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y la OTAN.
Por su parte, el primer ministro, Abdulá Abdulá, ha resaltado que "debe haber una paz digna que involucre a todos", según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.
"Cuando decimos digna implica a aquellos que están luchando y luego denuncian la guerra y ponen fin a sus relaciones con grupos terroristas y deciden unirse a su pueblo", ha manifestado.
Los talibán afirmaron la semana pasada que quieren acabar con la guerra a través del diálogo, advirtiendo de que el hecho de que demuestren tener voluntad por la paz no quiere decir que no tengan fuerzas para continuar con la lucha y que mantendrán su campaña militar sin importar cuán poderosa sea la oposición estadounidense.
La ofensiva de Washington, que se ha vuelto más agresiva desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara un incremento de los bombardeos, ha obligado a los talibán a abandonar los centros de varios distritos y dos capitales de provincia.
Sin embargo, los milicianos controlan grandes zonas de las regiones rurales y han respondido a la nueva estrategia de la Casa Blanca con dos atentados en Kabul en las últimas semanas que han acabado con la vida de 150 personas.
Hasta ahora, no se han conseguido grandes avances debido a la gran desconfianza existente entre Kabul y los talibán, así como a la incertidumbre sobre la posición de los países vecinos en el proceso. Por ejemplo, Afganistán ha acusado a Pakistán durante años de ayudar y financiar a la insurgencia talibán, algo que Pakistán niega.
