MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Los talibán pretenden enviar una delegación de alto nivel a la cumbre organizada por Rusia el 4 de septiembre en Moscú para impulsar el proceso de paz en Afganistán, a la que no asistirá el Gobierno de Ashraf Ghani porque rechaza cualquier iniciativa internacional en este sentido.
El Gobierno de Vladimir Putin ha invitado a doce países, incluido Estados Unidos --aunque ha declinado la invitación--, en lo que fuentes occidentales han interpretado como una maniobra de Rusia para ganar influencia en la nación centroasiática.
Los insurgentes afganos ya habían anunciado su intención de acudir y este miércoles han confirmado que estarán representados por la cúpula. "Nuestros líderes han aceptado la invitación a participar en las conversaciones de paz lideradas por Rusia", ha dicho a Reuters el portavoz talibán Zabihulá Mujahid.
Mujahid no ha entrado en detalles sobre quiénes irán. Sin embargo, algunas informaciones citadas por la televisión local Tolo indican que el jefe político de los talibán afganos, Sher Mohammad Abbas Stanikzai, encabezaría la delegación insurgente.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Sibghat Ahmadi, ha contado a Tolo que el Gobierno no participará en la iniciativa rusa. "El proceso de paz debe llevarse a cabo bajo el liderazgo de la República Islámica de Afganistán", ha esgrimido.
En este sentido, el asesor de Seguridad Nacional afgano, Hanif Atmar, ha pedido al embajador ruso en Kabul que "presione a los insurgentes talibán para que comiencen las negociaciones (directas) con el Gobierno afgano".
"Los talibán están preparados para hablar con Estados Unidos y Rusia (...) Pero no están preparados para hablar con el Gobierno legítimo de Afganistán", ha comentado el ex enviado especial del país para Siria Mohammadulá Haidari.
Han pasado casi 40 años desde que Moscú envió sus tropas a Afganistán, lo que dio comienzo a una década de sangrienta ocupación y desencadenó un conflicto que todavía continúa. Este año, Rusia rechazó la acusación de un alto comandante de la OTAN en el país asiático que dijo que el Kremlin habían estado apoyando e incluso suministrando armas a los talibán.
Esta misma semana, los talibán han rechazado una oferta del Gobierno de Ashraf Ghani de un alto el fuego de tres meses y han dicho que seguirán adelante con sus operaciones, después de una serie de ataques recientes que han dejado cientos de muertos.
El comandante de la misión de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense John Nicholson, ha defendido que, a pesar del repunte de la violencia, se han producido avances, destacando entre ellos el "proceso de reconciliación". "Finalmente, la guerra acabará con un acuerdo político", ha valorado en declaraciones a la prensa recogidas por Reuters.
