MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bahréin ha declarado este martes que el partido-milicia libanés Hezbolá, apoyado por el Ejecutivo iraní, está detrás de los cinco atentados con bomba del lunes en los que murieron cinco personas en Manama, la capital del país.
Las autoridades bahreiníes anunciaron en un primer momento que se debía a activistas antigubernamentales, pero la oposición expresó sus dudas ante esta posibilidad.
Las explosiones se produjeron en los barrios de Qudaibiya y Adliya. Las primeras investigaciones han determinado que la primera de las bombas estalló después de que un barrendero, quien falleció en el acto, golpeara el artefacto en Qudaibiya.
Un segundo trabajador resultó herido tras producirse otra explosión cerca del Cine Awal y perdió la vida en el hospital. Asimismo, la explosión de una bomba en la zona de Adliya causó heridas graves a un tercer barrendero. Todas las víctimas son de origen asiático, según ha indicado el Gobierno.
La ministra de Información, Samira Ibrahim bin Rajab, ha señalado que detrás de los atentados están "grupos entrenados en el exterior" al tiempo que ha mencionado que las pautas del ataque coinciden con las utilizadas por Hezbolá.
Rajab ha destacado que los perpetradores de los ataques no pueden calificarse como la "oposición". "Les llamamos así (terroristas) con la esperanza de que haya grupos opositores que se centren en las reformas y el desarrollo", ha afirmado, según la agencia oficial bahreiní, BNA.
Sin embargo, la ministra ha denunciado que "los ataques siguen la línea de lo que llevan haciendo esos grupos durante meses, provocar una escalada en las tensiones" sociales.
IRÁN
Rajab ha subrayado que los líderes de los grupos terroristas están en Líbano y que siguen al líder supremo iraní, Ali Jamenei. "Bahréin ya sufre la violencia y el terrorismo perpetrado por estos grupos", ha denunciado.
La ministra ha indicado que los canales por televisión de Irán han incitado a sus simpatizantes y a células durmientes a atacar a la sociedad bahreiní. Rajab ha criticado que la campaña para distorsionar la imagen del Gobierno de la isla no ha parado desde que comenzaron las revueltas en febrero de 2011.
El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente las protestas pro democráticas en el territorio. Manama impuso la ley marcial y solicitó la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones. La semana pasada, el Gobierno prohibió cualquier manifestación o concentración por motivos de seguridad, una medida que ha sido duramente condenada por Amnistía Internacional (AI).
La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
