PARÍS, 2 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, ha lamentado la "violencia inadmisible" registrada durante las marchas del Día del Trabajo en París y ha prometido un refuerzo de los protocolos de seguridad de cara a futuras concentraciones, con el objetivo de "separar totalmente" a los manifestantes de los vándalos.
Un total de 283 personas fueron detenidas por los disturbios de la capital gala y, de ellos, 109 quedaron bajo custodia policial. El ministro ha subrayado en una entrevista con la cadena France 2 que los responsables de altercados "serán identificados y llevados ante la justicia".
Collomb ha admitido que la asistencia de radicales de extrema izquierda --'black bloc' o 'bloque negro'-- superó las expectativas, ya que se esperaban "entre 500 y 600" y la cifra fue "el doble". Una treintena de establecimientos sufrieron graves daños como consecuencia de estos altercados.
"Vamos a adaptarnos", ha dicho Collomb este miércoles, de cara a futuras citas como la que el sábado quiere organizar Francia Insumisa para condenar las políticas del presidente, Emmanuel Macron, casi un año después de su llegada al Elíseo.
Precisamente el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha admitido este miércoles haberse equivocado en su valoración inicial de los disturbios del martes. "Violencia insoportable contra la manifestación del Primero de Mayo. Sin duda bandas de extrema derecha", publicó en Twitter.
Mélenchon ha explicado en BFMTV que escribió este tuit sin haber visto las imágenes e influido por otros incidentes previos que sí se habían atribuido a radicales ultraderechista. "Ya he visto que se trataba de otra cosa", ha señalado.
