PARÍS, 4 Ene. (Reuters/EP) -
El Ejecutivo de Francia ha tildado este viernes a los 'chalecos amarillos' de "agitadores" que "promueven la insurrección para derrocar al Gobierno", en lo que supone un endurecimiento de la dialéctica contra los participantes en estas protestas.
En la primera reunión de su Gabinete en 2019, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha dicho a los ministros que deben ser más radicales en su intento de aplicar las reformas y ha hecho hincapié en que la ley y el orden deben ser restaurados, según el portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux.
Los 'chalecos amarillos' llevan más de un mes manifestándose en diversas ciudades del país, en ocasiones provocando disturbios, lo que ha llevado a Macron a hacer concesiones, incluida la retirada de su plan para aumentar el precio del impuesto al combustible.
Desde entonces, la participación en las movilizaciones ha bajado --con cálculos de 12.000 manifestantes el 29 de diciembre, respecto a los 40.000 del sábado anterior--, si bien muchos de ellos han dicho que continuarán con las protestas.
"Desde los anuncios, el movimiento de los 'chalecos amarillos', en lo que respecta a los que siguen protestando, se ha convertido en un asunto de agitadores que promueven la insurrección para derrocar al Gobierno", ha recalcado Griveaux.
"Debemos llevar al máximo el deseo de los franceses por el cambio porque es ese deseo el que nos llevó al poder", ha dicho, antes de reconocer que "quizá se han hecho demasiadas concesiones al conservadurismo, y habrá que cambiar eso".
Macron accedió al poder en 2017 con promesas para transformar el país y alejarse de una clase política a la que achacó los problemas del país, si bien desde entonces su popularidad ha caído hasta sus mínimos desde que alcanzó el Elíseo, en medio del descontento popular por su estilo y sus políticas.
