El Gobierno tailandés renovará la Ley de Seguridad Interna ante la perseverancia de los 'camisas rojas'

Actualizado: martes, 23 marzo 2010 9:06


BANGKOK, 23 Mar. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Tailandia probablemente renovará este martes la Ley de Seguridad Interna durante una semana más debido a las intenciones de los líderes opositores de mantener su "histórica marcha" en Bangkok para solicitar la convocatoria de elecciones, informó un portavoz del Ejecutivo, Panitan Watanayagorn.

Decenas de miles de 'camisas rojas' se mantienen aún hoy en las calles del centro de la capital tailandesa para solicitar al primer ministro del país, Abhisit Vejjajiva, que disuelva el Parlamento. Las manifestaciones de los seguidores del depuesto Thaskin Shinawatra comenzaron ya hace más de diez días.

"Debido a que las protestas continúan y a que van a llamar a una nueva concentración masiva, los expertos en seguridad han recomendado al Gabinete que amplíe la Ley de Seguridad Interna (ISA)", explicó Watanayagorn. La decisión se adoptará a lo largo de esta jornada y tendrá efecto hasta el próximo 30 de marzo.

La ISA otorga a la máxima agencia de seguridad del país, el Comando de Operaciones de Seguridad Interna, la potestad de poder decretar el toque de queda, instalar puntos de control policial y restringir la movilidad de los ciudadanos si las manifestaciones se vuelven violentas.

Al menos dos personas resultaron heridas el pasado sábado junto al Ministerio de Defensa por el lanzamiento de una granada, según las autoridades. Además, un artefacto explosivo estalló junto a la sede de la Comisión Nacional Anticorrupción.

Ninguno de los ataques ha sido realizado por los 'camisas rojas', que han mantenido el carácter pacífico de sus protestas en todo momento.

Abhisit no ha accedido ni a su oficina, ni a su residencia, ni al Parlamento desde que comenzaran las protestas el pasado 12 de marzo. Desde entonces se mantiene recluido en una base militar. Hasta el momento no ha dado indicaciones de que vaya a aceptar las demandas de los manifestantes, aunque sí ha reconocido que el país se encuentra dividido políticamente.