El Gobierno tibetano en el exilio dice que el diálogo con wen sería "la mejor solución"

Actualizado: miércoles, 19 marzo 2008 22:53


LONDRES, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno tibetano en el exilio dijo hoy que si el primer ministro chino, Wen Jiabao, realmente quiere dialogar con el Dalai Lama sería "la mejor solución posible" para la situación actual en Tíbet, donde la semana pasada se registraron violentos disturbios y protestas que se han extendido a otras partes de China contra el régimen de Beijing.

"Si Wen Jiabao está dispuesto a iniciar un diálogo, estar es la mejor solución posible", declaró a la BBC Thubten Samphel, del Gobierno tibetano en el exilio, después de que el primer ministro británico, Gordon Brown, anunciara hoy que el dirigente chino le había expresado su disposición a hablar con el Dalai Lama.

"El primer ministro (chino) me dijo que, con la condición de dos cosas que el Dalai Lama ha dicho --que no apoya la independencia total de Tíbet y que renuncia a la violencia-- estaría dispuesto a iniciar un diálogo", explicó Brown.

Respecto a estas condiciones, Samphel dijo que la lucha tibetana se había mantenido pacífica en gran medidad por la dirección del Dalai Lama y añadió que este ha dejado claro que no presionará por la independencia tibetana. "Le gustaría tener el conjunto de Tíbet, habitado por seis millones de tibetanos, bajo una única administración que goce de autonomía general", precisó Samphel.

Por su parte, el líder espiritual de los tibetanos había expresado previamente en un comunicado difundido a través de su página web su "gratitud a los dirigentes mundiales y a la comunidad internacional por su preocupación por el triste giro de los acontecimientos en Tíbet y por sus intentos por persuadir a las autoridades chinas de que ejerzan contención al abordar las manifestaciones".

EL DALAI PIDE UNA INVESTIGACIÓN

Asimismo, ante las acusaciones del Gobierno chino de que él y su "camarilla" están detrás de la organización de las protestas pidió "una investigación exhaustiva por un organismo respetado, que debería incluir a representantes chinos, para que investigue estas acusaciones".

Este organismo, precisó, "debería visitar Tíbet, las tradicionales áreas tibetanas fuera de la Región Autónoma de Tíbet y también la Administración Central Tibetana en India" --el Gobierno en el exilio tiene su residencia en Dharamsala, en el norte de este país--.

Asimismo, consideró que "sería de tremenda ayuda si los representantes de la prensa internacional también emprendieran estas investigaciones" con el fin de que tanto la comunidad internacional como "los 1.000 millones de chinos que no tienen acceso a la información sin censurar, sepan lo que realmente están pasando en Tíbet".

El Dalai Lama volvió a reiterar su acusación de que "intencionadamente o no, una forma de genocidio cultural se ha estado produciendo en Tíbet, donde la identidad tibetana ha estado bajo constante ataque". Así, señaló que "los tibetanos se han visto reducidos a una minoría insignificante en su propia tierra como resultado de la gran transferencia de no tibetanos al Tíbet".

También denunció que los monasterios tibetanos "han sido duramente reducidos tanto en número como en población" y en los que quedan "no se permite un estudio serio del budismo tibetano". De hecho, añade en su mensaje, "incluso la admisión a estos centros de aprendizaje está estrictamente regulada". "En realidad, no hay libertad de religión en el Tíbet", lamenta el Dalai.

"Creo que las manifestaciones y protestas que se están produciendo en Tíbet son un brote espontáneo de resentimiento de la población, fomentado por años de represión en desafío de las autoridades que no atienden los sentimientos de la población local", aseveró. Las autoridades chinas "erróneamente piensan que más medidas represivas son la manera de alcanzar su declarado objetivo de unidad y estabilidad a largo plazo", añadió.

Por último aseguró que el Gobierno en el exilio "sigue comprometido con seguir la postura del 'camino del medio' y proseguir un proceso de diálogo con el fin de encontrar una solución mutuamente beneficiosa a la cuestión tibetana" y pidió el apoyo de la comunidad internacional a "nuestros esfuerzos para resolver los problemas de Tíbet mediante el diálogo".