ATENAS, 9 Abr. (EP/AP) -
Las autoridades griegas que investigan el hundimiento del crucero Sea Diamond cerca de la isla de Santorini comenzaron hoy a tomar declaración a los navegantes y marineros locales por las acusaciones sobre el presunto retraso al evacuar a las más de 1.500 personas a bordo del barco por parte de la tripulación. Todavía permanecen desparaceridos dos de los pasajeros, los cuales se teme que se hayan ahogado.
Miembros de la asociación de marineros de Santorini, que desempeñaron un papel fundamental durante el rescate, de más de tres horas de duración, comenzaron a ser interrogados después de que los participantes en el rescate denunciaran retrasos en la capacidad para contactar con la tripulación del barco, operado por Louis Cruise Lines, al tiempo que muchos pasajeros denunciaron falta de información por parte de la tripulación sobre el desarrollo de los acontecimientos.
Por su parte, seis de los tripulantes de la flota del Sea Diamond, con bandera griega, incluidos el capitán y el primer oficial, han sido acusados de negligencia por su lenta actuación para conseguir la evacuación de los pasajeros.
En el lugar del hundimiento, las autoridades trabajan para cotener las más de 50 toneladas de carburante derramado desde uno de los tanques a 143 metros de altura, mientras se evalúa un plan para acordonar la zona con el objeto de retirar las restantes 400 toneladas de su interior.
A pesar de que el derrame no parece suponer una amenaza para las principales playas de Santorini, una de las islas griegas preferidas por los turistas, el destino del carburante que todavía permanece a bordo del crucero constituye para las autoridades un motivo de preocupación.
Mientras, buzos guardacostas han continuado hoy peinando la zona para preparar una búsqueda que será ejecutada mañana, martes, mediante un sumergible activado por control a distancia en busca de los turistas franceses desaparecidos, Jean-Christophe Allain, de 45 años, y su hija Maud, de 16.
Las autoridades sostienen que ambos podrían estar atrapados en una de las cabinas de la parte inferior del barco, ya hundidas, después de que la mujer de Jean-Christophe Allain relatara a las autoridades cómo logró escapar de su camarote, próximo a la zona donde las rocas y arrecifes hicieron un boquete en uno de los laterales del crucero.
Por su parte, el ingeniero del Sea Diamond, Stelios Peroulis, rechazó ayer, domingo, las acusaciones en contra de la actuación de la tripulación. "El capitán tiene mucha experiencia y siguió todos los procedimientos necesarios correctamente", aseguró.
