NUEVA YORK, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONU exhortó ayer a los países a intensificar sus esfuerzos para evitar la crisis económica, social y política que podría desencadenar una pandemia de gripe mundial.
Una epidemia grave podría provocar la muerte de alrededor de 70 millones de personas en el mundo, mientras que una leve, mataría a cerca de un millón y medio, explicó David Nabarro, coordinador de la ONU para Influenza en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Nabarro.
Asimismo, destacó que es leve y poco patógena, a pesar de que puede complicarse. La otra es la que afecta a las aves pero puede traspasarse a los mamíferos. La tercera es la influenza pandémica, provocada por nuevos virus, que se contagia fácilmente entre seres humanos.
"Si bien nos estamos concentrando en un virus de influenza aviar, que tememos podría ser la causa de la próxima pandemia, desafortunadamente la realidad es que cualquier virus de influenza podría causar la epidemia, y no podemos predecir con certeza cuándo sucederá, dónde comenzará, o incluso su gravedad", manifestó el experto.
PREPARACIÓN VITAL
Nabarro presentó un nuevo informe elaborado conjuntamente con el Banco Mundial, el cual subraya que una pandemia de influenza moderada podría reducir el producto interno bruto mundial a un 2 por ciento, y en un 5 por ciento si fuese severa.
"Debido a que éste va a ser un shock económico, social y político absolutamente masivo para nuestro sistema mundial, la preparación es vital, y además no es muy cara, y queremos estar seguros de que se haga correctamente", agregó el coordinador de la ONU.
El informe señaló que la mayoría de los países tiene planes contingentes para afrontar la epidemia, pero sólo una fracción de esos planes han sido puestos a prueba en los diferentes niveles del gobierno.
Asimismo destacó que una pandemia va a repercutir en todos los aspectos de la vida cotidiana, en el transporte público, los servicios, bancos, comercios y empleos. Pero los planes se limitan, en su mayoría, al sector de la salud. Nabarro instó a los gobiernos a hacer simulacros para comprobar que sus planes funcionarán cuando llegue el momento.
