El grupo armado roghinya ARSA niega que sus miembros masacraran a cerca de cien hindúes en Rajine

Publicado: viernes, 25 mayo 2018 17:42

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El grupo armado Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA) ha negado este viernes que sus miembros masacraran a civiles hindúes en agosto de 2017, tal y como denunció esta semana la organización no gubernamental Amnistía Internacional en un informe sobre el repunte de la violencia registrado ese mes en el estado birmano de Rajine (oeste).

En dicho documento, la ONG denunció la muerte de cerca de cien hindúes, así como ejecuciones extrajudiciales y secuestros, por parte del ARSA en la aldea de Kha Sheik y sus alrededores.

"Negamos de forma categórica todas las injustificables y negligentes acusaciones criminales mencionadas en el informe", ha dicho el grupo en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter, en el que ha expresado sin embargo su "gratitud" a Amnistía Internacional por sus "tremendos esfuerzos" para defender los Derechos Humanos en todo el mundo.

"Nos gustaría llamar la atención de la comunidad internacional sobre el hecho de que el único propósito de nuestro movimiento es 'defender, salvar y proteger a la comunidad internacional en Arakan según nuestras capacidades, ya que tenemos derechos legítimos bajo el Derecho Internacional de recurrir a la autodefensa'", ha agregado.

Así, el ARSA ha recalcado que "los ataques defensivos siempre han tenido como objetivo la terrorista junta militar birmana, según las normas internacionales" y ha negado que sus fuerzas "lleven a cabo ningún tipo de ataques contra civiles inocentes, independientemente de su origen religioso o étnico".

"Ni siquiera atacamos a los extremistas rajine que participaron en el asesinato de rohingyas, saquearon nuestras propiedades e incendiaron nuestras casas junto al Ejército terrorista de Birmania, así que mucho menos causamos daño o matamos a miembros de la comunidad hindú, que comparten nuestro mismo idioma y cultura, en el estado de Arakan", ha añadido.

En este sentido, ha dicho que "es ilógico y poco razonable que ningún rohingya cometa crímenes contra un hindú que no esté matando o atacando a rohingyas", al tiempo que ha acusado al Gobierno del país asiático de "intentar por todos los medios manipular el conflicto y presentarlo como de tipo religioso para encubrir los crímenes internacionales (...) que ha cometido contra las comunidades rohingya e hindú".

El grupo se ha mostrado además dispuesto a cooperar con "cualquier investigación internacional creíble o cualquier misión que tenga mandato para investigar los presuntos crímenes cometidos por el ARSA, el Gobierno terrorista de Birmania, el Ejército terrorista de Birmanoa o los extremistas rajine".

"Amnistía Internacional debe tener oportunidad de presentar sus testigos, pruebas y conclusiones a la citada misión de investigación internacional para demuestrar que las acusaciones contra el ARSA son ciertos y genuinos", ha manifestado, antes de agregar que "si se demuestra lo contrario, Amnistía Internacional sería responsable de participar en una manipulación de la comunidad internacional y de vertes acusaciones criminales falsas contra el ARSA".

El ARSA ha subrayado además que "la citada misión internacional de investigación debería tener el fime mandato de la comunidad internacional para castigar y sentenciar a los responsables a raíz de una pesquisa en línea con el Derecho Internacional", antes de pedir al Gobierno que permita el acceso a la zona a estos investigadores.

En respuesta, la directora de respuesta a la crisis de Amnistía Internacional, Tirana Hassan, ha apuntado que la ONG "mantiene la veracidad de sus conclusiones" y ha pedido a las autoridades que permitan el acceso de investigadores a Rajine, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.

LA INVESTIGACIÓN DE AMNISTÍA

Amnistía Internacional informó de un ataque ejecutado por el ARSA el pasado 25 de agosto a la comunidad hindú en Ah Nauk Kha Maun Seik. Según la organización, varios hombres armados robaron, atacaron y separaron a los hombres de las mujeres y niños de la localidad.

En el ataque además mataron a 53 hindúes y 16 mujeres y niños fueron "perdonados" después de que los combatientes de ARSA les obligaran a convertirse al Islam, según la ONG.

Según la organización, el mismo día desapareció toda la comunidad hindú de una aldea vecina, Ye Bauk Kyar. Amnistía Internacional también denunció la muerte de seis hindúes --dos mujeres, un hombre y tres niños-- un día después a las afueras de la ciudad de Maungdaw.

"En este acto brutal y sin sentido, los miembros de ARSA capturaron a decenas de mujeres, hombres y niños hindúes y les aterrorizaron antes de matarles fuera de sus propias aldeas. Los perpetradores de este crimen atroz deben rendir cuentas", dijo Hassan.

"Es difícil ignorar la brutalidad de las acciones de ARSA, que han dejado una impresión indeleble en los supervivientes con los que hemos hablado. La rendición de cuentas por estas atrocidades es tan crucial como lo es para los crímenes de lesa humanidad llevados a cabo por las fuerzas de seguridad de Birmania en el norteño estado de Rajine", agregó.

Según la organización, los ataques de ARSA se llevaron a cabo tras la "campaña de limpieza étnica del Ejército de Birmania contra la población rohingya en su conjunto". "Ambos deben ser condenados: las violaciones de los Derechos Humanos o los abusos cometidos por un lado nunca justifican los abusos o violaciones del otro", recalcó Hassan.

Miles de miembros de la minoría musulmana rohingya han cruzado la frontera huyendo de una violencia que comenzó el 25 de agosto, cuando varios milicianos del ARSA --un grupo armado conocido anteriormente como Aharak al Yaqin que fue creado por los rohingyas exiliados tras la crisis de 2012-- atacaron varios puestos policiales y una base militar en Rajine.