Aumenta a 43 muertos el balance por el ataque del lunes contra edificios del Gobierno en Kabul

Despliegue de las fuerzas de seguridad tras un ataque en Kabul
REUTERS / OMAR SOBHANI
Actualizado: martes, 25 diciembre 2018 21:34

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

Al menos 43 personas han muerto como consecuencia del ataque perpetrado el lunes contra varios edificios gubernamentales en Kabul, la capital afgana, según el último balance facilitado por las autoridades locales este martes.

El ataque comenzó cuando un terrorista suicida hizo estallar el lunes su automóvil cargado de explosivos frente a un edificio gubernamental que alberga un departamento de bienestar público en un vecindario del este de Kabul.

Tras la explosión, varios milicianos entraron en el Ministerio de Mártires y Discapacitados y tomaron como rehenes a los trabajadores, mientras que otros tuvieron un largo enfrentamiento armado con las fuerzas de seguridad locales.

Un portavoz del Ministerio de Salud ha confirmado que hasta el momento el balance del atentado es de 43 muertos y diez heridos. Las fuerzas afganas han evacuado a más de 350 civiles del edificio antes de que la operación terminara el lunes por la noche.

Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad por este ataque, que ha sido similar a otros atentados realizados anteriormente por milicianos talibán contra edificios del Gobierno o bases militares.

Por contra, el jefe ejecutivo (primer ministro) del país, Abdulá Abdulá, ha acusado a los talibán de estar detrás del ataque. "Los enemigos de Afganistán han cometido nuevamente un crimen contra la gente inocente del país", ha dicho.

"Sea quien sea el que asuma la responsabilidad de este acto, el responsable principal del incidente son los talibán", ha manifestado, antes de recalcar que el grupo no tiene "el valor" de hacer frente a unas conversaciones directas de paz.

"Cualquier país que haya dado cobijo a los talibán y que les esté dando un lugar seguro y les apoye está detrás del ataque", ha señalado Abdulá, quien ha descrito además a los insurgentes como "un sindicato del crimen", según ha informado la cadena de televisión local Tolo TV.

Sin embargo, el portavoz talibán Zabihulá Muyahid ha dicho que el grupo no ha tenido ninguna implicación en el atentado del lunes, que ha llegado días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señalara que está estudiando retirar a unos 5.000 de los 14.000 soldados que su país tiene destacados actualmente en Afganistán.

La posibilidad de que los soldados estadounidenses se vayan ha provocado confusión y preocupación en el Gobierno de Kabul y en misiones extranjeras que temen que un retiro repentino permita el retorno del régimen talibán, que lucha para expulsar a las fuerzas extranjeras, derrocar al Gobierno respaldado por Occidente y restaurar su estricta versión de la ley islámica.

Por su parte, el jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), Tadamichi Yamamoto, ha condenado el ataque y ha resaltado que este tipo de atentados "causan un sufrimiento humano indescriptible a las familias afganas".

"La ONU los condena de manera inequívoca, ya que no hay justificación alguna para este tipo de ataques", ha manifestado, al tiempo que ha reclamado que los responsables sean llevados a la justicia. Asimismo, ha pedido a las partes en conflicto que se ciñan al Derecho Humanitario y protejan a los civiles.

Por último, Yamamoto ha expresado sus "profundas condolencias" a los familiares de las víctimas y ha reiterado que el organismo internacional respalda un proceso de paz encabezado por los afganos que ponga fin a la guerra y permita al Gobierno "destinar más recursos para proteger a los ciudadanos de estas atrocidades".

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