MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El brazo del Movimiento de Liberación de Sudán liderado por Abdelwahid al Nur (SLM-AW) ha anunciado este lunes que acepta el llamamiento de Naciones Unidas a un alto el fuego a causa del coronavirus, si bien ha rechazado unirse al proceso de conversaciones de paz con el Gobierno.
El secretario general de la ONU, António Guterres, abogó la semana pasada por un alto el fuego global, mientras que el jefe de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), Jeremiah Mamabolo, pidió durante el fin de semana al SLM-AW que se uniera a las conversaciones de paz en Sudán del Sur.
En respuesta, Al Nur ha respondido de forma positiva a Guterres y ha garantizado que el grupo "seguirá respetando el alto el fuego 'de facto' y no participará en operaciones ofensivas", según ha informado el portal Sudan Tribune.
Sin embargo, ha criticado al Gobierno que encabeza el primer ministro, Abdalá Hamdok, argumentando que el poder "sigue en manos del Ejército" pese al proceso de transición tras el golpe de Estado de abril de 2019 contra Omar Hasán al Bashir.
Así, ha indicado que las conversaciones de paz con distintos grupos rebeldes de Darfur, Nilo Azul y Kordofán Norte son "un ejercicio cosmético" para "legitimar un gobierno de transición que carece de soberanía real".
Por último, ha adelantado que el grupo "sólo participará en negociaciones en las que todas las partes tengan una voz libre y real a nivel regional y nacional y que no esté bajo las armas de las fuerzas del antiguo régimen".
El Gobierno de transición en Sudán ha hecho de la paz con los rebeldes que luchan contra Jartum una de sus principales prioridades, ya que supone una de las condiciones clave para que Estados Unidos saque al país de la lista de patrocinadores del terrorismo.
Miles de personas han muerto en las guerras civiles en Sudán, incluidos los conflictos en la regiones de Darfur (oeste), Nilo Azul y Kordofán del Sur (sur).
El conflicto en Darfur enfrenta a grupos rebeldes locales, compuestos principalmente por miembros de tribus agrícolas africanas, a las fuerzas gubernamentales y ha dejado unos 2,5 millones de desplazados.
Kordofán del Sur y Nilo Azul están habitados por amplias comunidades que se posicionaron del lado del Sur durante las décadas de guerra civil con Jartum. Muchos denuncian que han sido marginados por el Gobierno sudanés desde la independencia de Sudán del Sur en virtud del acuerdo de paz de 2005.
