La protesta deriva en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad
PUERTO PRÍNCIPE (DPA/EP)
El tercer intento de ratificación del nuevo Gobierno de Haití derivó el jueves en una situación de caos en la que cuatro senadores causaron importantes destrozos en la sede de la Cámara Alta y sacaron parte del mobiliario a la calle, lo que derivó a su vez en una movilización opositora que fue reprimida por las fuerzas de seguridad.
Haití lleva más de dos meses sin Gobierno, después de que la Cámara de Diputados apartase del poder el 18 de marzo al entonces primer ministro, Jean-Henry Ceant. El proceso para la ratificación de un nuevo Ejecutivo --que estaría liderado por Jean Michel Lapin-- permanece bloqueado.
Los senadores han esgrimido motivos técnicos y constitucionales para impedir la aprobación definitiva y han acusado al presidente del país, Jovenel Moise, de no respetar la Constitución y de proponer a ministros que no cumplen los requisitos mínimos para ostentar el cargo.
El jueves, denunciaron que la actual composición del Gobierno, reconfigurada tras el fracaso del segundo intento de ratificación, no garantizaba al menos un 30 por ciento de representatividad femenina, aunque el principal punto de fricción es la continuidad como ministro de Justicia de Jean Roody Aly, que autorizó la entrega a Estados Unidos de cinco norteamericanos detenidos por la Policía haitiana.
Cuatro senadores, Antonio Cheramy, Evaliere Beauplan, Rica Pierre, and Nenel Cassy, optaron por sacar sillas, mesas y otras piezas del mobiliario del Senado a la zona ajardinada aledaña para denunciar que el presidente de la Cámara Alta, Murat Cantabe, "se había negado a atender la voz de la razón".
"Cuando decidió alinearse con el Ejecutivo para violar la Constitución, le dijimos que no estábamos de acuerdo con tener a exministros en el nuevo Gobierno, que la Constitución no lo permite", ha alegado Cassy.
Al enterarse de la protesta de estos cuatro senadores, personas de los barrios cercanos se acercaron a la sede parlamentaria e intentaron acceder al interior. La Policía y los servicios de seguridad del Parlamento impidieron su entrada, lo que derivó en choques y en el uso de gas lacrimógeno por parte de los agentes.
La violencia se extendió a la Grand Rue, una de las calles céntricas de Puerto Príncipe, con la instalación de barricadas y la quema de un camión del Gobierno.
DINERO EN EL AIRE
La falta de Gobierno en Haití complica no solo la gobernabilidad del país, sino también la entrega del dinero comprometido pot la comunidad internacional. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en marzo un crédito de 229 millones de dólares a interés cero, pero este dinero, que implica una partida inicial de 49 milones de dólares, permanece bloqueado a la espera de que se aprueben tanto el Gobierno como los presupuestos.
La Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrolo y el Banco Mundial también tienen previsto concede unos 75 millones de dólares en apoyo presupuestario. El Banco Central haitiano, que teme un deterioro aún mayor de la economía local por la depreciación de la moneda, anunció el jueves una inyección de 150 millones de dólares.
