Hamás y Al Fatá prosiguen con sus hostilidades en medio de una inminente crisis humanitaria

Actualizado: domingo, 4 febrero 2007 17:31


MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

En una nueva prueba de la diferencia entre la realidad política y la realidad callejera en Gaza, partidarios del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás) reanudaron los enfrentamientos con los seguidores del partido rival de Al Fatá, ignorando nuevamente los repetidos acuerdos de alto el fuego establecidos por las cúpulas de ambos grupos, en una escalada de violencia que amenaza con dejar a la población sin medios de subsistencia y sin la ayuda de las múltiples agencias de Naciones Unidas que trabajan en la zona y cuya labor es cada vez más difícil.

Miembros de Hamás atacaron, a primera hora de hoy domingo, varias bases de efectivos aliados con el partido Al Fatá, como parte de una campaña de cuatro días impulsada por las milicias del Movimiento para la Resistencia Islámica para debilitar a las fuerzas de seguridad de su partido rival. Un hombre ha muerto hoy a consecuencia de estos enfrentamientos. Con esta muerte, ya son 28 los fallecidos en el plazo de menos de una semana.

Prosigue, de esta forma, la tónica general de últimos días, que se han visto marcados por las luchas callejeras entre miembros de ambas facciones, que han ignorado los repetidos acuerdos de alto el fuego establecidos por ambos partidos.

Además, presuntas fuerzas de seguridad de Hamás secuestraron hoy domingo a Ashraf Dahlan, sobrino del ministro para la Seguridad, Mohamed Dahlan, de Al Fatá, según informó 'Radio Israel' hoy domingo. Se cree que Dahlan fue secuestrado en un puesto de control a las afueras de Gaza, mientras desempeñaba su labor como conductor adscrito al Ministerio.

Horas antes, miembros del Consejo Revolucionario de Al Fatá se reunieron en la ciudad de Ramala, en Cisjordania, para estudiar una estrategia de solución al conflicto. "Hemos acordado que Al Fatá necesita responder a esta política de Hamás", señaló uno de sus miembros, Amin Makboul.

Sin embargo, la sesión terminó en una fuerte discusión, en la que algunos de los responsables del partido terminaron exigiendo a Abbas que intensificará su postura contra Hamás, mientras que otros pedían al presidente de la AP que aceptara el esfuerzo de mediación planteado por Arabia Saudí la pasada semana y que reunirá a Abbas con el líder exiliado de Hamás, Jaled Meshaal, el próximo martes en La Meca. Según algunos testigos, los participantes llegaron a arrojarse zapatos y tazas de café, una muestra de la incapacidad de llegar a un acuerdo en esta crisis interna que está a punto de privar a los palestinos de la ayuda que tanto necesitan.

ALTO RIESGO HUMANITARIO

Diversas agencias humanitarias de Naciones Unidas han advertido de que los violentos enfrentamientos impiden la llegada de equipo humanitario vital para el bienestar de la vulnerable población de Gaza.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), se ha visto obligada a cerrar algunas de sus escuelas, dejando a 35.000 niños sin educación de forma temporal, además de tener que suspender el envío de alimentos a su almacén en Ciudad de Gaza. La Agencia distribuye comida a más de un millón de personas en la Franja de Gaza, que cuenta en la actualidad con cerca de 1.400.000 habitantes.

"No podemos hacer llegar servicios humanitarios en este fuego cruzado", lamenta John Ging, director de operaciones de la UNRWA en Gaza. "Hemos estado advirtiendo en repetidas ocasiones de que la situación aquí se estaba acercando a una explosión social. Y ahora ha llegado", afirma en declaraciones recogidas por el servicio de información de Naciones Unidas, IRNA.

"Se está haciendo extremadamente difícil completar nuestros mandatos humanitarios para aliviar el sufrimiento del pueblo palestino", explicaron, en un comunicado conjunto, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y la mencionada división para los refugiados palestinos.

"Las implicaciones de esta situación son graves, especialmente para una población que ya está sometida a una dureza extrema", señala la nota. Además, advierte de que "el crecimiento de la violencia, que se ha cobrado la vida de civiles inocentes está poniendo la vida de nuestros empleados", y lamenta que "la intensidad de la lucha" haya obligado al cierre de sus escuelas en Gaza".

Más aún, debido a la gran cantidad de heridos, las provisiones de unidades de sangre en los hospitales, mientras que las ambulancias experimentan dificultades para atravesar las zonas de combate mientras transportan a los heridos para que reciban atención médica.

Sin embargo, las zonas que no han sido afectadas por los combates, la población ha intentado hacer su vida normal. Los niños seguían jugando al fútbol en las calles del barrio de Sheik Radwan, y los negocios intentan reanudar su actividad. Mientras tanto, Israel permanece como testigo de excepción de estos enfrentamientos, en un estado de tensa calma que ha aprovechado para realizar algunas reestructuraciones.

ASHKENAZI, NUEVO JEFE DEL ESTADO MAYOR

El Consejo de Ministros del Gobierno israelí designó hoy de forma unánime al ex general de Infantería Gabi Ashkenazi nuevo jefe del Estado Mayor, en sustitución del general Dan Halutz, que dimitió el mes pasado por su gestión de la guerra de Líbano, según el diario israelí 'Yediot Aharonot'.

"No tengo dudas de que Gabi Ashkenazi liderará el Ejército hasta cumplir su misión", afirmó el primer ministro del país, Ehud Olmert, poco antes de la votación. Olmert aseguró al inicio de la reunión de su Gabinete que "Gabi es un gran comandante y un líder con un impresionante historial en el Ejército durante varios años".

Olmert dijo no "tener ninguna duda" de que el nuevo jefe del Estado Mayor cumplirá con el principio "esencial" de la seguridad de Israel. "Me gustaría aprovechar esta oportunidad para felicitarlo por adelantado", añadió el primer ministro.

El ministro de Defensa, Amir Peretz, explicó que el cargo del nuevo líder del Ejército tendrá cuatro años de duración, en vez de los tres años habituales, con el objetivo de evitar debates públicos acerca de la duración del mandato, como ha ocurrido en el pasado. "Cuatro años es un periodo adecuado para que el jefe del Estado Mayor deje influencia sobre el Ejército", explicó Peretz en el momento de anunciar su decisión.

El nombramiento oficial de Ashkenazi se producirá a mediados de mes, en una ceremonia en la que se escenificará el reemplazo de Dan Halutz. Ashkenazi, de 53 años, prestó servicio durante la mayor parte de su carrera militar en la Comandancia Norte, aunque al inicio de su trayectoria colaboró con la Comandancia Sur. En 1973 participó en la guerra de Yom Kippur. En 1980, dirigió un batallón en El Golán y durante la primera guerra de Líbano ejerció como vicecomandante de la Brigada del Golán.

Su popularidad aumentó entre 1986 y 1988, cuando asumió las labores de comandancia en el Golán. A comienzos de los años noventa, fue designado comandante de las brigadas armadas en la región Norte. En 2002, fue elegido subjefe del Estado Mayor, cargo del que dimitió dos años después. En mayo de 2005 se retiró de forma oficial del Ejército, tras lo que fue designado director general del Ministerio de Defensa.