MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Gaza, Ismael Haniyeh, ha dicho este viernes que los palestinos no aceptarán menos que el fin del bloqueo a la Franja, según ha recogido la agencia oficial de noticias oficial de palestina Maan.
Haniyeh Ha acusado a Israel de usar las negociaciones como la excusa para sus crímenes y ha dicho que deben aceptar las "peticiones justas" de la delegación palestina. También ha añadido que Hamás solo aceptará, como mínimo, el fin de los siete años de bloqueo a Gaza.
Este jueves, el líder de la rama política de Hamás, Jaled Meshaal, advirtió de que el grupo "no se rendirá hasta que las demandas palestinas se cumplan". "Estamos decididos a realizar las demandas palestinas, especialmente el fin del bloqueo a la Franja de Gaza y la liberación de los detenidos", señaló.
Los palestinos han pedido en las negociaciones indirectas en El Cairo el fin de los siete años del bloqueo que ha mermado la economía de Gaza. A su vez, han pedido reabrir el aeropuerto y el puerto, entre otras demandas.
Haniyeh ha urgido a Egipto a que haga responsable a Israel de los crímenes cometidos contra los civiles palestinos en Gaza y ha añadido que los israelíes son los responsables del fin de las negociaciones indirectas para alcanzar un alto el fuego duradero en El Cairo.
El primer ministro palestino también ha expresado sus condolencias por los tres comandantes de Hamás muertos este jueves. "La historia prueba que Hamás solo se hace más fuerte que lo que Israel cree que es cuando mata a nuestros líderes", ha dicho Haniyeh.
Uno de los oficiales de Hamás, Mushir al Masri, ha dicho este viernes que el regreso a las conversaciones sobre un alto el fuego está condicionado a que Israel acepte las demandas de los palestinos. Ha especificado que si no lo hacen, se enfrentarán a una "guerra larga".
Israel no ha respondido a las demandas de Hamás pero ha insistido en el desarme de los grupos de milicianos en la Franja de Gaza. Los palestinos han renunciado a desarmarse ya que, han asegurado, es la única forma de defensa contra el ataque israelí que ha dejado al menos 2.090 palestinos muertos, más de 10.5000 heridos y 100.000 desplazados.
