Hezbola mata a ocho civiles y tres soldados israelíes tras un nuevo ataque de más de 100 cohetes

Actualizado: jueves, 3 agosto 2006 22:25


JERUSALÉN/MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El sur del Líbano continúa siendo escenario de cruentos y duros enfrentamientos entre Hezbola y el Ejército de Israel. A los más de 250 cohetes que la milicia lanzó ayer sobre territorio hebreo, se sumaron hoy otro centenar que causó la muerte de ocho civiles en diferentes ciudades cercanas a la frontera con Líbano. Los panfletos alertando a la población civil libanesa de nuevos bombardeos volvieron a llover sobre los suburbios del Sur de Beirut y otras zonas urbanas de líbano en la tercera semana de hostilidades. Por otro lado, nuevos datos de la organización Human Rigths Watch sobre la masacre de Qana han reducido el número de muertos de 57 a 28.

Hezbola y la infantería hebrea se han enzarzado en fuertes enfrentamientos armados a lo largo de toda la frontera sur de Líbano. En Ramjin, tres soldados israelíes fallecieron y otros dos resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, después de que un misil de la milicia libanesa impactara en su tanque Merkava. Los ataques con cohetes se sucedieron de nuevo, y más de cien proyectiles cayeron sobre territorio judío de madrugada. Según la Policía, cinco personas murieron en Acre, al norte de Haifa, y otras tres cerca de Ma'alot.

También, un día más, los aviones israelíes sobrevolaron Líbano bombardeando enclaves estratégicos de Hezbola en Taibe, Nabatiyeh, Rashaya y Blat, como soporte a ataques por tierra que cada vez se adentran más en territorio libanés. Después de ocho días de calma en Beirut volvió a vivir la lluvia de panfletos advirtiendo de ataques aéreos en los suburbios del Sur, el feudo de la milicia. La aviación israelí también atacó carreteras y puentes en el Norte de Líbano, en un claro esfuerzo por cortar las rutas de suministro desde Siria.

El primer ministro libanés, Fuad Siniora, compareció hoy en rueda de prensa para informar de que el número de libaneses muertos desde el inicio de las hostilidades hace tres semanas supera ya la cifra de 900 personas, de los cuales una tercera parte serían niños menores de 12 años, además de los más de 3.000 heridos. En la parte israelí, al menos 38 soldados y 27 civiles han muerto como resultado de los enfrentamientos. Los datos más contradictorios son los de bajas entre Hezbola, que el Ejército israelí sitúa en 300 y la milicia chií en 46.

LA MASACRE DE QANA

Por otro lado, el Ejército israelí anunció que tenía una investigación completa sobre el ataque aéreo en la ciudad de Qana que dejó docenas de muertos, la mayoría de ellos niños. La cúpula militar hebrea culpa exclusivamente a Hezbola de las muertes, responsabilizándoles de utilizar a los civiles como escudos humanos, y alegando que los soldados no sabían que en el interior del edificio destruido se encontraban personas inocentes, porque si no, habría detenido la ofensiva.

Sobre la masacre del domingo, la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch confirmó que los muertos en el ataque fueron 28 personas, 16 de ellos niños, y no 57 como informó el Gobierno libanés al día siguiente del bombardeo. Trece personas siguen desaparecidas añade el informe. En todo caso, el documento también acredita la imposibilidad de Israel de distinguir objetivos militares y civiles y sus "fallos sistemáticos" no pueden ser atribuidos a "las prácticas erróneas de Hezbola", informa 'The Washington Post'.