Hezbolá retira a sus milicianos de Beirut y cede el control al Ejército

Reuters
Actualizado: sábado, 10 mayo 2008 21:19


BEIRUT, 10 May. (Reuters/EP) -

Los milicianos de Hezbolá comenzaron hoy a retirarse de los barrios de Beirut que controlan por la fuerza, un gesto que parece una consecuencia directa de la decisión anunciada por el Ejército libanés de no satisfacer las peticiones del primer ministro prooccidental, Fuad Siniora, quien afirmó hoy que esperaba que las fuerzas armadas obligaran a destituir al jefe de la seguridad del aeropuerto de Beirut, afín a Hezbolá, y se ocuparan de la red interna de comunicación de la milicia chií prosiria.

Según Hezbolá, los hombres armados que se habían apoderado de la ciudad tras derrotar ayer a las milicias afines al Gobierno se retiran de Beirut hacia otros sectores debido a la decisión del Ejército de no cumplir con lo que quería Siniora. Soldados libaneses fueron vistos patrullando las calles abandonadas por Hezbolá y sus aliados.

El Ejército libanés informó hoy en un comunicado que rechaza cumplir con las órdenes del Gobierno para que destituya al jefe de la seguridad del aeropuerto de Beirut, afín al grupo opositor chií Hezbolá. Además, el Ejército indica que gestionará la cuestión de la red de comunicación interna de Hezbolá de manera "que no afecte los intereses públicos y la seguridad de la resistencia". Los militares, además, instaron a las milicias a retirarse de las calles. Sin embargo, en el comunicado, la oposición advierte de que seguirá con su "desobediencia civil" para lograr que se satisfagan sus demandas.

El primer ministro prooccidental de Líbano, Fuad Siniora, manifestó hoy mismo que estas dos cuestiones --la destitución del jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut y la red de comunicación militar interna de Hezbolá-- serían gestionadas por el Ejército. Las Fuerzas Armadas son consideradas un actor neutral en un país dividido entre los partidos prooccidentales y la oposición prosiria encabezada por la milicia de Hezbolá.

APOYO DE HARIRI

Saad Hariri, el líder del principal partido progubernamental, el Movimiento Futuro, mostró su satisfacción tras conocer el contenido del comunicado del Ejército, pero las milicias afines a este grupo siguieron hostigando a los opositores. A pesar de los avances de Hezbolá los partidarios de Hariri aún controlaban hoy varias zonas del norte del país, en las que asaltaron las sedes de los grupos opositores. Además, seguían en poder del paso fronterizo del valle de Bekaa, clave estratégicamente pues comunica a Líbano con Siria, uno de los principales aliados de Hezbolá.

Saad Hariri es hijo del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, cuyo asesinato perpetrado hace tres años desencadenó toda una oleada de protestas que propiciaron la salida de las tropas sirias de Líbano. El Gobierno actual acusa a Hezbolá de querer restablecer el control de Siria sobre el país. Además, el apoyo de Irán a la oposición hace temer a las principales potencias árabes, suníes, por la posible influencia de Teherán en la zona. Mañana mismo los ministros de Exteriores de la Liga Árabe se reunirán mañana en sesión de urgencia para abordar la cuestión de Líbano.

La toma de Beirut por parte de Hezbolá en tres días de combates han hecho tambalearse al Gobierno de Siniora. Los enfrentamientos, que hasta han costado la vida a 27 personas, comenzaron después de que el Gobierno anunciara el martes que tomaría medidas contra la red de comunicaciones militares de Hezbolá y que expulsaría al jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut.

Hoy han muerto 17 milicianos y dos militares en los enfrentamientos registrados en el este de Beirut y en el norte de Líbano. El incidente más grave ocurrió cuando milicianos progubernamentales asaltaron una sede de un grupo opositor prosirio y mataron al menos a doce milicianos rivales en Halba, una localidad del norte del país.

Además, otras dos personas murieron en la capital por los disparos efectuados contra la gente reunida en el funeral de una persona afín al gobierno que había fallecido en enfrentamientos con combatientes de Hezbolá, según indicaron fuentes de seguridad. Al menos otras 100 personas resultaron heridas en los últimos días de enfrentamientos.

DESAFÍO DE SINIORA

El primer ministro, Siniora advirtió hoy en un discurso televisado a Hezbolá de que el Gobierno no "caerá bajo el control de los golpistas", en su primera declaración tras la toma de poder de las milicias de la formación en los barrios musulmanes de Beirut. El dirigente afirmó que la ciudad se encontraba "asediada" y "ocupada" por las milicias chiíes.

El primer ministro negó en representación del Gobierno, haber "declarado la guerra" al grupo y confirmó que no tiene intención de hacerlo en un futuro. No obstante, Siniora advirtió de que el Ejecutivo libanés "no aceptará el asalto en los vecindarios y en los hogares" por parte de las milicias, ni tolerará "la muerte de civiles inocentes".

El Gobierno libanés y sus aliados encabezados por Estados Unidos han calificado la acción de Hezbolá como "golpe de estado", después de que el secretario general de la formación, Hasán Nasrala, anunciara el "estado de guerra" ante la amenaza oficial de cortar su red de comunicaciones militares.

Siniora, cuya legitimidad es cuestionada por Hezbolá y sus aliados, indicó además que Beirut estaba "sitiada" y "ocupada". "¿Qué está haciendo Hezbolá en las calles de Beirut?", se preguntó.

"Su Estado no caerá bajo el control de los perpetradores del golpe", agregó Siniora. "Nosotros (...) no podemos seguir aceptando la situación de Hezbolá y sus armas así como está", dijo. El arsenal de Hezbolá, que en el verano de 2006 se enfrentó al Ejército israelí, ha estado en el corazón de esta lucha de poder entre la oposición y el oficialismo.

"Hezbolá debe darse cuenta que la fuerza de las armas no nos atemoriza ni nos hará dar marcha atrás", indicó y reiteró una propuesta rechazada por Hezbolá para resolver la crisis.