MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El hijo del derrocado presidente egipcio Momahed Mursi ha asegurado este martes que su padre le ha pedido que transmita un mensaje de apoyo a todos los que han salido a las calles a manifestarse en su favor y ha dicho que el exmandatario "está seguro de que la victoria está cerca".
"Mi padre me ha dicho que no sólo está seguro de que regresará al poder, sino de una victoria mucho mayor", ha dicho Osama Mursi, tras visitar el lunes a su padre en la cárcel, según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.
"Hablamos del cómico juicio sobre su fuga de la cárcel de Wadi Natrun. Estábamos rodeados por oficiales", ha afirmado, antes de asegurar que la reunión duró únicamente diez minutos a pesar de que tiene derecho a un tiempo mayor.
Las palabras de Osama han llegado apenas un día después de que Shaimaa Mursi, hija del derrocado presidente, afirmara que el exmandatario rechazó una oferta del entonces jefe del Ejército Abdelfatá al Sisi para viajar al extranjero y recibir dinero y privilegios a cambio de su renuncia.
"Rechazó la oferta porque sabía que sería una traición a Dios y al país", agregó a través de un comunicado. Asimismo, defendió que su padre y los altos cargos de la organización islamista Hermanos Musulmanes detenidos por las autoridades interinas "no son traidores", y sostuvo que "se han sacrificado por la libertad, el orgullo y la dignidad".
Al Sisi encabezó en julio de 2013 el golpe de estado que derrocó a Mursi, en medio de masivas manifestaciones en contra de su Gobierno. En la actualidad, Al Sisi ha renunciado a sus cargos militares y ha presentado su candidatura a las elecciones presidenciales que se celebrarán en el país los días 26 y 27 de mayo.
Pese a que el jefe del Ejército justificó su decisión apelando a la voluntad popular, tanto Mursi, que se encuentra detenido y que se enfrenta a varios juicios por sus acciones previas y durante su mandato, como Hermanos Musulmanes y otros grupos opuestos al peso del Ejército en la política egipcia, han criticado el derrocamiento del primer presidente electo democráticamente de la historia del país.
Las fuerzas de seguridad han matado a miles de seguidores de la organización islamista y unos 400 militares y policías han muerto, muchos de ellos en ataques de milicianos islamistas en la península del Sinaí, que hace frontera con Israel y la Franja de Gaza.
