BAMAKO, 29 (Reuters/EP)
Al menos seis personas han muerto este viernes en un ataque perpetrado contra la sede en el centro de Malí de la fuerza internacional G5 Sahel, creada el año pasado para combatir la violencia yihadista en esta región de África Occidental.
El alcalde de Mopti ha indicado que los muertos son militares, si bien un portavoz de la fuerza conjunta ha señalado que las víctimas son dos soldados y cuatro atacantes.
El ataque ha tenido lugar en la ciudad de Sevare, donde están desplegados militares de Malí, Níger, Burkina Faso, Chad y Mauritania, los países miembro del grupo, que todavía no se ha pronunciado sobre el incidente, como tampoco ha hablado la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA).
"Los atacantes dispararon cohetes a la sede y algunos se infiltraron en el complejo. Hubo un intercambio de disparos", ha detallado el portavoz del Ministerio de Defensa, Boubacar Diallo.
Fuentes de Naciones Unidas en Sevare han apuntado bajo condición de anonimato que el complejo fue atacado con coche bomba.
La autoría del ataque ha sido reclamada por la rama de la organización terrorista en Malí, según ha recogido SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
El Ejército francés, por su parte, ha informado de la muerte de 15 yihadistas que intentaron atacar a un destacamento francomaliense en la región de Inabelbel, el pasado 22 de junio.
Además de los terroristas fallecidos, el Ejército se incautó de dos camionetas y seis motocicletas, municiones y armamento pesado y ligero (lanzagranadas y AK47).
El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia. La inestabilidad se ha extendido en los últimos meses hacia la zona centro del país.
Diversos grupos armados han ejecutado en los últimos meses varios ataques en Malí, siendo uno de los más graves un atentado suicida ejecutado en enero de 2017 contra una base militar de Gao, en el que murieron al menos 77 soldados y miembros de milicias firmantes del acuerdo de paz.
