MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, cuyo avión aterrizará próximamente en el Aeropuerto Internacional de Tocontín, en Tegucigalpa, quiere llegar al país para "evitar la represión" contra los hondureños y "ofrecer reconciliación" al Ejército.
Los efectivos de las Fuerzas Armadas han lanzado bombas con gas lacrimógeno y han abierto fuego contra los miles de manifestantes que esperan a Zelaya en el aeródromo, causando la muerte de al menos una persona, según fuentes médicas.
"Quiero llegar para evitar la represión contra los hondureños. Estoy dispuesto a ponerme frente a ellos y llamarles a la reconciliación", dijo Zelaya en una entrevista a Telesur desde la aeronave en la que vuela rumbo al aeropuerto de la capital hondureña.
Sobrevolando la pista de aterrizaje, le espera un helicóptero del Ejército que tiene órdenes de detenerle en cuanto aterrice, algo que no parece asustarle. "A mí no me amedrenta eso. Tengo la responsabilidad de Gobernar y voy a llegar para dialogar como presidente electo de los hondureños", agregó.
Zelaya, que viaja "desarmado y con voluntad de diálogo", se mostró confiado de poder alcanzar una solución tanto con los militares como con el Gobierno 'de facto' presidido por Roberto Micheletti. "No creo que vayan a tener la poca consideración de mantener esta actitud bélica contra su presidente", señaló.
El presidente derrocado mandó un mensaje al Jefe del Estado mayor del Ejército, el general Romeo Vásquez, a quien pidió que "no destruya a su pueblo" y que le ayude a reconstituir el estado democrático. Además, espetó al general a que "detenga esta masacre".
"El pueblo está en la calle y el mundo entero está contra ustedes. No pueden gobernar así", dijo Zelaya, quien aseguró disponer "del ánimo y de la capacidad para que los hondureños vuelvan a la normalidad". "Voy a tratar de que vuelva la tranquilidad y la paz al país", agregó.
Zelaya aseguró también que su objetivo es "buscar la equidad, la verdad y la justicia". El mandatario derrocado aseguró que es importante superar el momento actual porque, de lo contrario, "estaremos sometidos durante décadas". "Hoy se va a probar si la razón y la moral prevalecen sobre la barbarie", apostilló.
