TEGUCIGALPA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, decidió permanecer en la frontera entre Nicaragua y Honduras, tras su breve entrada al país, para intentar comunicarse con el jefe del Ejército, el coronel Romeo Vásquez Velásquez.
Según informó el diario local 'La Tribuna', un teniente nombrado como Recarte, se acercó en medio de la cadena humana junto a la que entró el mandatario en Honduras y saludó a Zelaya dándole la mano, a lo que este contestó: "Yo soy el presidente constitucional de la República de Honduras y por lo tanto, su comandante en jefe, Coronel".
"En cuanto tengamos la precisión de detenerlo lo haremos. Si él se entrega de forma voluntaria nos facilitaría el que se eviten situaciones más difíciles", indicó, por su parte, el militar.
Durante su breve estancia en el país, Zelaya aseguró que lo que quiere es "dar un ejemplo de paz", "estoy tratando de establecer una comunicación", indicó el mandatario depuesto. "Nos unimos con América para defender nuestro sistema democrático, nadie va a aceptar que se continúen dando golpes de Estado", agregó. Asimismo, insistió en que "para los pueblos pobres del mundo la democracia es un arma para luchar por sus recursos, no nos quiten esta arma".
Zelaya afirmó que está tratando de establecer comunicación con los policías y militares golpistas. "Yo quiero hablar con el Estado mayor para que se arregle esto". "Aquí (en la frontera) no están los políticos, están los militares, son los que utilizan para dar los golpes", explicó.
"Yo lo que espero es una sabia rectificación, ellos ya entendieron que no pueden gobernar con un pueblo en contra y un presidente expatriado, no pueden y no podrán gobernarlo", sentenció, citado por la Agencia Bolivariana de Noticias.
El diario 'La Tribuna', afín al gobierno de facto, aseguró que la detención no se produjo en ese momento debido a que se encontraban numerosos medios de comunicación y a que, si lo hacían "se desataría inmediatamente la violencia (...) en ambos lados de la frontera".
Mientras, la vicecanciller hondureña, Martha Lorena Alvarado, leyó un comunicado oficial del gobierno de facto en el que se indicaba que "el Gobierno Constitucional de Honduras expresa su reconocimiento al Gobierno de Óscar Arias y respeta el plazo solicitado por él" para las negociaciones.
"Denunciamos que el señor Manuel Zelaya ha desatendido las indicaciones giradas por la OEA y por el señor Arias, así como de la OEA (Organización de Estados Americanos) de que favorezca una solución pacífica y en su lugar promueve el baño de sangre y que invada la soberanía. Deploramos todo eso", agregó la vicecanciller.
"Llamamos a todos para que sean testigos de ver cómo se respetan los Derechos Humanos del señor Zelaya al momento de que éste sea arrestado por autoridades hondureñas", agregó.
Por su parte el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que no apoya la entrada de Zelaya en Honduras. "Yo creo que el diálogo es posible. El diálogo se propuso ya. El señor Arias la entregó a (el presidente de facto de Honduras, Roberto) Micheletti pero éste no ha dado su respuesta. Pero también aclaramos que no estuvimos de acuerdo con que el señor Zelaya regresara de esta manera. Por eso nadie de la OEA le acompañó hoy, porque queremos evitar que se desate la violencia".
