HRW advierte de que el aumento de asesinatos en Beni (RDC) amenaza la lucha contra el ébola

Vacunación contra el ébola en RDC
REUTERS / OLIVIA ACLAND - Archivo
Actualizado: jueves, 4 octubre 2018 12:13

Según la ONG, desde enero al menos 235 civiles han sido asesinados por grupos armados en esta zona del este del país

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

Al menos 235 civiles han sido asesinados y más de 165 han sido secuestrados entre enero y septiembre de esta año por los grupos armados que operan en el territorio de Beni, en el este de República Democrática del Congo (RDC), una de las zonas más golpeadas por el actual brote de ébola en el país, lo que podría lastrar los esfuerzos para contener este mortífero virus, ha alertado Human Rights Watch (HRW).

Según el Kivu Security Tracker, un proyecto conjunto de HRW y el Congo Research Group que hace seguimiento a la violencia en esta zona del este de RDC, además de los 235 muertos en más de 100 ataques en Beni en los primeros nueve meses del año, decenas más han resultado heridos o han desaparecido, mientras que 165 civiles han sido secuestrados por rescates o simplemente raptados.

En total, en los últimos cuatro años se estima que más de 1.000 civiles han muerto a manos de combatientes no identificados, incluidos los 17 fallecidos en un ataque el pasado 22 de septiembre en la ciudad de Beni. Además, 16 personas, en su mayoría niños, fueron secuestrados el pasado 24 de septiembre en Oicha, otra localidad golpeada por el ébola.

Aunque el Gobierno congoleño y los oficiales militares han responsabilizado de la mayoría de los ataques en Beni al grupo islamista ugandés Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), las investigaciones realizadas por HRW, expertos de la ONU, el Congo Research Group y las organizaciones de Derechos Humanos congoleñas apuntan a que hay otros grupos armados implicados, así como oficiales del Ejército congoleño.

"Los brutales asesinatos de residentes de Beni no terminarán hasta que los comandantes de las fuerzas responsables sean llevados ante la justicia", ha sostenido la subdirectora para África de HRW, Ida Sawyer. "Dado que las autoridades congoleñas no han investigado de forma creíble o procesado estas atrocidades, el Tribunal Penal Internacional debería investigarlas para llevar a cabo futuros juicios", ha reclamado.

En este sentido, HRW ha defendido que la oficina de la fiscal del TPI debería ampliar su investigación sobre RDC para cubrir los ataques que comenzaron en Beni el 2 de octubre de 2014. Asimismo, ha considerado que la Misión de la ONU en el país (MONUSCO) debería reforzar sus capacidades de análisis e implicación con la comunidad para descubrir a los responsables de los ataques y mejorar la protección de los civiles.

IMPACTO EN LA LUCHA CONTRA EL ÉBOLA

"Durante cuatro años, el Gobierno congoleño se ha mostrado incapaz de poner fin a los abusos y sufrimiento en Beni", ha lamentado Sawyer. "Beni necesita más acción internacional para proteger a los civiles, llevar a los autores ante la justicia y ayudar a los trabajadores sanitarios que intentan combatir el ébola", ha defendido la responsable de HRW.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como las ONG que están trabajando en el terreno para contener la propagación del ébola han advertido de que la inseguridad imperante en la región de Kivu Norte, donde se encuentra Beni, limita su capacidad de actuación. No en vano, tras el ataque del 22 de septiembre en esta ciudad algunas actividades quedaron momentáneamente suspendidas.

Según el último balance publicado este miércoles por el Ministerio de Salud congoleño, desde el pasado 1 de agosto se contabilizan ya 162 casos, de los que 130 han sido confirmados. Hasta ahora se han contabilizado 106 muertos, incluidos 74 de los casos confirmados, mientras que otras 46 personas se han curado. En Beni se han contabilizado 43 casos y 29 muertos.

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