HRW denuncia el juicio contra 35 seguidores del equipo de fútbol turco Besiktas

Actualizado: martes, 16 diciembre 2014 17:23

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes la acusación contra 35 seguidores del equipo de fútbol turco Besiktas de golpe de Estado y ha calificado la decisión de abuso del sistema judicial.

Los acusados participaron en las protestas de junio de 2013 contra la decisión del Gobierno de demoler el parque Gezi y aunque el escrito de la Fiscalía no presenta cargos por intentar derrocar al Gobierno, los 35 hinchas del Besiktas están siendo juzgados por este delito.

"Acusarlos de enemigos del Estado por participar en protestas públicas es algo absurdo", ha dicho la investigadora en Turquía de HRW Emma Sinclair-Webb. "El escrito de la Fiscalía no presenta pruebas de intento de golpe de Estado", ha aclarado.

De lo que son acusados por la Fiscalía los 35 seguidores del club de fútbol es de espionaje de llamadas y mensajes de texto, posesión de máscaras antigás y de gafas para defenderse de gases lacrimógenos y de tener vídeos donde aparecen en las manifestaciones de 2013.

"Es alarmante comprobar que la visión del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que considera las protestas de Gezi un intento de golpe de Estado, haya sido adoptada por la Fiscalía", ha dicho Sinclair-Webb. "Esto revela la presión que ejerce el Gobierno sobre el sistema judicial turco", ha asegurado.

MÁS CASOS JUDICIALES

En junio comenzó un juicio contra cinco miembros de la asociación de ONG Taksim Solidarity, que participaron en las acampadas del parque Gezi y están acusados de pertenencia a grupo criminal, de incitar en protestas ilegales y desobedecer las órdenes de disolución.

Además, un tribunal de Estambul lleva a cabo un juicio contra 255 personas que participaron en las manifestaciones de Gezi. Los acusados se enfrentan a penas por los cargos de participación en manifestaciones ilegales, desobediencia de órdenes de disolverse y dañar bienes públicos.

Entre los acusados se encuentran personas que se han refugiado en mezquitas y médicos que les trataron por lesiones causadas por los gases lacrimógenos.

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