HRW denuncia trabajos forzados en el este de Ucrania

Actualizado: domingo, 5 julio 2015 17:59

BERLÍN, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este viernes que los rebeldes prorrusos están formando "brigadas de castigo" para someter a trabajos forzados y no remunerados a los civiles detenidos, supuestamente, por alterar el orden público.

Los prorrusos obligan a los detenidos a trabajar en controles cercanos al frente, colocar sacos de arena, limpiar cepillos, cavar trincheras o trabajar como ayudantes de cocina, según los testimonios de los detenidos entrevistados por HRW. Otros también han contado que han recibido un "tratamiento cruel y denigrante" y han definido sus labores como "peligrosas".

El director de HRW en Europa y Asia Central, Hugh Williamson, ha pedido a los rebeldes del este de Ucrania que "dejen de obligar a las personas a unirse a las brigadas de trabajo y dejen de exponerlas al peligro de las líneas de fuego". "Ambas son graves violaciones de las leyes de la guerra", ha añadido.

La ley humanitaria internacional permite a las partes del conflicto, en circunstancias limitadas, imponer algún trabajo forzoso a los civiles. Sin embargo, no pueden ser abusivos y deberían ser compensados, ni pueden estar relacionados directamente con operaciones militares. "Si la insurgencia en el este de Ucrania tiene algún respeto por la ley humanitaria internacional, deberían poner fin a estas abusivas y peligrosas prácticas de trabajos forzados", ha dicho Williamson.

Según los testimonios recogidos por HRW, los prorrusos castigan con hasta 30 días de trabajos forzados a los civiles por cometer infracciones como beber en público, romper el toque de queda o consumir drogas. Los exdetenidos y sus familias también aseguran que las "brigadas de castigo" se están extendiendo por la región y que los insurgentes amenazan con matar a los que no cooperen.

Uno de los entrevistados por HRW ha contado que los rebeldes detuvieron a su sobrino en una estación de autobús en el centro de Donestk por tener una cerveza abierta y le condenaron a "cavar trincheras" durante 30 días. Otro ha relatado que los prorrusos acusaron a su hijo de romper el toque de queda y le obligaron a unirse a las brigadas de castigo durante 15 días.

Un joven de 22 años, que estuvo desde el 22 de julio al 1 de agosto con las brigadas, asegura que le golpearon varias veces y después le condenaron. "Hacíamos diferentes cosas: llenar sacos con arena, limpiar cepillos, pelar verduras, limpiar algunas instalaciones", cuenta el joven, que además estuvo trabajando en puntos de control cercanos a la línea de fuego.

Otro detenido que también estuvo un control ha dicho que durante su estancia vivió dos bombardeos. "Cuando los bombardeos empezaron, los combatientes nos dijeron dónde correr, dónde escondernos y cómo protegernos", ha asegurado. "Es un trabajo peligroso, puedes morir si el punto de control es atacado", ha añadido.

HRW también ha hablado con uno de los combatientes que ha confirmado detenciones de entre dos y cuatro semanas. Según esta persona, que ha permanecido en el anonimato, los trabajos forzados son "la manera para expiar sus culpas".

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