Los húngaros comienzan a votar en las elecciones legislativas

Actualizado: domingo, 6 abril 2014 13:06

El partido de Viktor Orban aspira a revalidar su mayoría en estos comicios

MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los húngaros han comenzado a votar a las 6.00 horas de este domingo en unas elecciones legislativas en las que el partido Fidesz-Unión Cívica Húngara del primer ministro Viktor Orban busca revalidar la mayoría con la que cuenta actualmente en el Országgyülés, el Parlamento húngaro.

Los primeros datos oficiales de participación divulgados por la Oficina de Elecciones Nacionales y recogidas por el portal 'politics.hu' apuntan a una participación del 23,2 por ciento a las 11.00 horas, ligeramente inferior al 24,8 por ciento registrado a esta misma hora hace cuatro años. Entonces, la participación total alcanzó el 64,4 por ciento.

Uno de los primeros en votar este domingo ha sido precisamente el primer ministro Orban, quien ha hecho un llamamiento a la participación desde su colegio electoral de Budapest. "Espero que mucha gente acuda para que cualquier gobierno que se forme cuente con un gran apoyo popular y pueda así ponerse a trabajar de inmediato", ha declarado, según una nota oficial difundida por su partido.

El nuevo sistema electoral fija además una reducción a la mitad del número de diputados y la disminución y redistribución de las circunscripciones.

El Parlamento húngaro aprobó en 2013 una nueva ley electoral gracias a la mayoría absoluta de Fidesz, que cuenta con dos tercios de los escaños. Esta normativa reduce el número de diputados de los 386 actuales a 199, una medida que tiene como objetivo establecer el número de parlamentarios más acorde con el número de ciudadanos húngaros.

Otro de los principales cambios es la modificación de las circunscripciones, muy criticada por la oposición, que denuncia que se ha llevado a cabo para facilitar la victoria de Fidesz. El Gobierno ha justificado el sistema en la necesidad de modificar la situación anterior, que generaba una desproporción de más del 200 por ciento entre algunos distritos electorales.

En este sentido, el investigador de la fundación húngara Századveg Vajk Farkas ha explicado que el actual sistema marca una diferencia máxima entre circunscripciones del 15 por ciento, tal y como exige la Comisión de Venecia, el órgano asesor sobre asuntos constitucionales del Consejo de Europa.

CAMPAÑA ELECTORAL

El nuevo sistema electoral establece que las elecciones contarán con una sola vuelta electoral, frente a las dos del sistema anterior, y suprime la jornada de reflexión. Farkas ha subrayado que el cambio crea un sistema más "simple" y "limpio". "Todos los partidos deben mostrar desde el principio su programa y posibles coaliciones", ha afirmado, en un encuentro con la prensa celebrado el 27 de marzo.

En cuanto a la campaña electoral, que se ha prolongado durante 50 días, finalmente los partidos sí han podido anunciarse de forma gratuita en los medios de comunicación privados, un cambio de la propuesta inicial de Fidesz que fue criticada por parte de la Comisión Europea.

En cuanto a los medios estatales, el tiempo de publicidad se dividirá de forma igualitaria, por lo que todos los partidos contarán con 470 minutos para dar a conocer sus programas. Además, todos los candidatos recibirán una subvención de 10.000 florines (unos 3.000 euros), que tendrán que devolver si no obtienen un mínimo de votos del 2 por ciento.

PANORAMA POLÍTICO

Los sondeos apuntan a que Viktor Orban y Fidesz verán renovada su mayoría parlamentaria, aunque se desconoce si podrá mantener la mayoría absoluta de dos tercios que tiene en la actualidad. Según una encuesta de intención de voto publicada este jueves, Fidesz ganaría las elecciones parlamentarias y el partido de extrema derecha Jobbik obtendría unos buenos resultados.

El sondeo apunta que Fidesz obtendría un 36 por ciento de los votos, lo que permitiría a Orban renovar su mandato y formar un nuevo gobierno tras las elecciones, aunque no está claro si conseguirá obtener los dos tercios de escaños que dispone en este momento. La alianza opositora socialista obtendría un 18 por ciento de los votos, frente al 15 por ciento que se estima que conseguiría Jobbik.

Fidesz ha centrado su campaña electoral en subrayar los logros y reformas desarrollados durante su mandato, especialmente en el ámbito económico. Además, los sondeos indican que un 51 por ciento de los húngaros respaldan a Orban, una cifra muy superior a la del resto de candidatos.

Frente a Fidesz se encuentra la alianza opositora formada por cinco partidos entre los que destacan el Partido Socialista liderado por Attila Mesterhazy, la Coalición Democrática y Juntos. La coalición parte de una intención de voto del 20 por ciento, mientras que el líder socialista cuenta con un respaldo del 18 por ciento.

La oposición ha basado su discurso en criticar al Gobierno, por considerar que se dirige hacia una deriva autoritaria. Sin embargo, durante los últimos meses la coalición opositora se ha visto salpicada por algunos escándalos corrupción, que podrían perjudicar sus resultados en estas elecciones.

Como tercera fuerza opositora se presenta la formación de extrema derecha Jobbik (Movimiento por una Hungría Mejor), que entró en el Parlamento en el año 2010 y que además de moderar su discurso, se ha centrado en llegar a la población más joven, donde cuenta con un respaldo mayor. Su líder, Gabor Vona, cuenta con un respaldo del 20 por ciento, al ser muy popular entre sus simpatizantes.

MINORÍAS

Otra de las cuestiones polémicas del sistema electoral era la representación de las minorías húngaras, que anteriormente no contaban con ningún tipo de representación en el Parlamento. El sistema actual ha establecido trece nacionalidades que podrán disponer de un portavoz parlamentario.

Los miembros de estas minorías podrán votar a los candidatos específicos de las minorías, para lo que deberán haberse registrado como tales previamente de forma opcional. Si los candidatos de las minorías no obtienen el mínimo necesario para entrar al Parlamento, el sistema recoge el nombramiento de un portavoz sin derecho a voto.