La incertidumbre política en RDC podría agravar la desconfianza y la propagación del ébola

Trabajadores en el centro de tratamiento contra el ébola en Mangina
REUTERS / OLIVIA ACLAND - Archivo
Publicado: lunes, 14 enero 2019 17:32

LONDRES, 14 Ene. (Reuters/EP) -

Los equipos de salud mundiales que están tratando de contener la segunda peor epidemia de ébola de la historia en República Democrática del Congo (RDC) temen que la incertidumbre política por el resultado de las elecciones presidenciales incremente la desconfianza de la población y permita que el brote de descontrole.

La confianza en las autoridades sanitarias es esencial a la hora de combatir el ébola, pero en este brote en el este de RDC las comunidades locales se han mostrado reacias a acudir a los servicios de salud y a cooperar en las medidas para frenar el contagio.

"Cuando hay inestabilidad política, la salud pública siempre sufre", sostiene Jeremy Farrar, experto de enfermedades infecciosas que viajó recientemente al país con un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin la confianza de la población, ha añadido, la epidemia actual podría matar a cientos de personas más.

Las elecciones del pasado 30 de diciembre estaban llamadas a facilitar la primera transición democrática del poder en RDC y a designar al sucesor de Joseph Kabila, cuyo mandato expiró en diciembre de 2016. Sin embargo, la victoria del opositor Félix Tshisekedi ha sido tachada de fraude por el otro principal líder opositor y favorito según los sondeos, Martin Fayulu, que ha recurrido ante el Tribunal Constitucional.

"El peor escenario es que la inestabilidad política se mantenga, crezca la desconfianza... y entonces no haya nada que evite que la epidemia llegue a un gran centro urbano y despegue como ocurrió en África Occidental", ha advertido Farrar.

La epidemia en África Occidental duró dos años y dejó 28.000 contagiados y más de 11.300 muertos en Sierra Leona, Liberia y Guinea, además de provocar casos esporádicos en otros países africanos así como Estados Unidos y Europa.

Según el último balance publicado este lunes por el Ministerio de Salud congoleño, desde que el 1 de agosto se declaró el brote en Kivu Norte --posteriormente el virus llegó también a Ituri-- hasta la fecha se han contabilizado 644 casos, incluidos 392 muertos y 234 pacientes que se han recuperado.

El Ministerio ha resaltado "la evolución positiva de la epidemia en Beni, que lleva doce días sin nuevos casos confirmados de ébola". La ciudad es uno de los principales focos del brote actual, el peor registrado por RDC. No obstante, el Ministerio ha advertido de que "debido a la importante movilidad de la población, hay un riesgo de importación de casos desde zonas sanitarias vecinas" donde sigue estando presente el virus.

Los expertos de la OMS se muestran cautos en cuanto a las señales de mejoría en Beni y advierten de que la aparente calma podría deberse a que la gente que enferma no está buscando diagnóstico y tratamiento adecuados.

La OMS considera que hay un riesgo "muy alto" de que la enfermedad se propague tanto a nivel nacional como regional y está trabajando de forma urgente con RDC y con sus vecinos --Uganda, Ruanda y Sudán del Sur-- para hacer todo lo posible para evitar que eso ocurra.

Según el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, 25 millones de personas ya han sido controladas para detectar si tenían ébola en los pasos fronterizos de RDC con sus vecinos. También se ha comenzado a vacunar a personal sanitario en Uganda y Sudán de Sur.

El portavoz de la OMS también ha reconocido que las múltiples amenazas a la capacidad de los equipos sanitarios de encontrar, tratar y evitar los casos de contagio hace particularmente preocupante la situación en RDC. "Los logros podrían perderse si sufrimos un periodo de prolongada inseguridad", ha prevenido.

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