LONDRES, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El estado indio de Bengal Oeste, aprobó hoy con una amplia mayoría una ley por la que prohíbe la utilización de carritos tirados por hombres, al considerarlo una forma de transporte "inhumana".
Según informó la BBC, la propuesta recibió el respaldo del partido de Gobierno, mientras la oposición se manifestó en contra. De esta manera, Calcuta ha sido uno de los últimos lugares en impedir la utilización de estos carros de tracción humana.
"Los occidentales tratan de asociar a los pordioseros y a estos carruajes con el paisaje de Calcuta, pero eso no es lo que Calcuta quiere. Calcuta lucha por la prosperidad y el desarrollo", aseguró recientemente el ministro jefe de Bengal Oeste, Buddhadeb Bhattacharya.
"Esta forma inhumana de transporte debería haber terminado hace años", consideró por su parte el alcalde de la ciudad, Bikash Ranjan Bhattacharya. "No podemos imaginarnos un hombre sudando y tratando con dificultad de empujar a otro hombre", agregó.
Los comerciantes chinos introdujeron los carritos a tracción humana en Calcuta a principios del siglo XX. En la actualidad es muy común verlos por las calles de la ciudad. Su demanda es especialmente grande durante la temporada de los monzones, cuando las calles se inundan y se hace difícil la circulación en taxi o en carro.
Los hombres que tiran de los carritos, conocidos como "caballos humanos", ganan unas 100 rupias (1,67 euros) al día. En la mayor parte de los casos no tienen sus propios vehículos sino que tienen que pagar gran parte de lo que ganan para alquilarlos, mientras duermen, comen y viven en las bulliciosas calles de la ciudad.
China prohibió los carros a tracción humana después de que los comunistas llegaran al poder, en 1949. Calcuta era hasta ahora uno de los pocos lugares en el mundo en los que esta clase de vehículos se utiliza a diario.
Las autoridades aseguran que buscarán maneras de reemplazarlos, con motocicletas de tres ruedas o carros tirados por bicicletas, pero no explicaron cómo financiarán el proyecto.
Un portavoz del sindicato que agrupa a los tiradores de los carros, Mohamed Aslam, aseguró que no se oponía a la prohibición, si ésta no significaba la pérdida de puestos de trabajo. "Esperamos que el Gobierno haga los arreglos necesarios y que las miles de personas que trabajan en este oficio no se queden sin nada", señaló Aslam.
