Interrumpen la declaración del vicepresidente de Sudáfrica en el caso de la 'masacre de Marikana'

Actualizado: martes, 7 julio 2015 2:08

JOHANNESBURGO, 11 Ago. (Reuters/EP) -

Un grupo de manifestantes ha interrumpido a grito de "sangre en sus manos" la declaración de el vicepresidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ante la comisión que investiga la actuación policial que se saldó con la muerte de 34 mineros en la 'masacre de Marikana', hace dos años.

Ramaphosa era uno de los directores de 'Lonmin Plantium' (la empresa dueña de la mina) cuando se produjo la huelga de mineros en Marikana que acabó el 16 de agosto de 2012 con una actuación policial que se saldó con la muerte de 34 trabajadores.

Ramaphosa, un sindicalista multimillonario convertido en comerciante, es visto como el sucesor del presidente, Jacob Zuma, y es la persona de más alto rango llamada por la comisión de investigación que comenzó en octubre de 2012 y que se suponía que iba a durar cuatro meses.

Además de investigar la actuación policial, la comisión tiene el cometido de estudiar las relaciones laborales, la remuneración y el alojamiento en las minas de Sudáfrica, cuestiones que podrían haber estimulado la huelga que precedió a la actuación policial y que han persistido en las diferentes huelgas posteriores.

Ramaphosa, que encabezó una huelga histórica que tenía como objetivo mejorar los sueldos de los mineros negros en 1987, ha sido acusado de ejercer presión política sobre la Policía para que utilizara la fuerza contra los huelguistas antes de que se produjera el tiroteo.

Los manifestantes, que llevaban camisetas criticando el estilo de vida estadounidense, han empezado a gritar "sangre en sus manos" motivo por el cual el jefe de la investigación, Ian Farlam, ha tenido que parar las declaraciones hasta que la multitud se ha calmado.

Ramaphosa ha asegurado a la comisión que su intervención tenía como objetivo evitar más derramamiento de sangre después de que días antes del tiroteo unas nueve personas murieran por los enfrentamientos.

"Ante la grave situación que se vivía en la mina me sentí obligado a intervenir para evitar más muertes", ha asegurado Ramaphosa, explicando por qué se puso en contacto con los dueños de Lonmin y con algunos cargos políticos.

Ramaphosa dejó su puesto en Lonmin en enero de 2013, poco después de que fuera elegido vicepresidente en el partido del fallecido presidente Nelson Mandela, el Congreso Nacional Africano. Nadie ha sido procesado por la "masacre de Marikana".

CORREOS ELECTRÓNICOS SOSPECHOSOS

Las preguntas de la comisión de investigación se han centrado, sobre todo, en una serie de correos electrónicos enviados el 15 de agosto de 2012, un día antes de la actuación policial, por Ramaphosa y el jefe comercial de Lonmin, Albert Jamieson.

En uno de los correos Ramaphosa aseguraba que era necesaria una "actuación conjunta" para acabar con "las actuaciones viles" de los salvajes huelguistas, añadiendo que estaba en contacto con varios ministros del Gobierno.

En otro correo enviado más tarde, Ramaphosa indicaba que la ministra de Minas, Susan Shabangu, había tenido una entrevista con Zuma y se había puesto en contacto con el ministro de Policía, Nathi Mthetwa, para actuar de una manera "más acertada".

Ramaphosa ha contado al comité que solo quería que la Policía actuase para proteger las vidas de las personas y arrestar a los mineros que estaban cometiendo algún crimen pero ha asegurado que no dió ninguna orden concreta a nadie.

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