WASHINGTON, 3 Dic. (EP/AP) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, no utilizará las conclusiones del Grupo de Estudio para Irak para justificar una retirada de las tropas desplegadas en el país árabe, según informó Stephen Hadley, consejero de Seguridad Nacional del mandatario.
"No hemos fallado en Irak", aseguró Hadley. "Fallaremos en Irak si retiramos nuestras tropas antes de estar en una situación de ayudar a los iraquíes a vencer", explicó. Sin embargo, admitió que "el presidente comprende que necesitamos proveernos de una vía que nos permita avanzar hacia el éxito".
Esta semana será clave para la política estadounidense en Irak, ya que Bush tiene previsto reunirse el lunes con Abdul Aziz al Hakim, el líder de la coalición con más representantes en el Parlamento iraquí, la Alianza Unida Iraquí. Además, está previsto que el miércoles publique sus conclusiones la comisión parlamentaria compuesta por republicanos y demócratas para estudiar la posible política a adoptar en Irak, el Grupo de Estudio para Irak.
Hoy el 'New York Times' publica un informe del ex secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld que recomienda un "importante ajuste" de las tácticas iraquíes entregado a Bush el pasado 6 de noviembre, justo un día antes de las elecciones legislativas que costaron a los republicanos la mayoría en las dos cámaras del Congreso estadounidense.
Hadley restó importancia a las posibles recomendaciones de la comisión parlamentaria, ya que, según él, sólo es un listado de ideas, y no una recomendación para adoptar un nuevo rumbo de acción.
También quiso restar importancia al informe de Rumsfeld, ya que Bush mantenía una postura pública idéntica a la que le mostraba el secretario de Defensa en privado, siempre según el consejero de Seguridad Nacional. El presidente "ha afirmado públicamente lo mismo que Rumsfeld, que las cosas no estaban saliendo lo suficientemente bien ni rápido en Irak", declaró.
Sin embargo, para el senador demócrata Joseph Biden, "el informe de Rumsfeld deja bien claro que una de las mayores preocupaciones era la posible debacle electoral, aquí en Estados Unidos". "El fondo de la cuestión es que nadie, ni siquiera el ex secretario (Rumsfeld) pensaba que la política del presidente tuviera sentido alguno", explicó.
