Irak.- Bush da marcha atrás y confiere su apoyo al primer ministro iraquí Nuri al Maliki

Actualizado: miércoles, 22 agosto 2007 18:32

CIUDAD DE KANSAS (EEUU), 22 Ago. (EP/AP) -

El presidente norteamericano, George W. Bush, rectificó hoy, después de admitir ayer "la frustración que hay por el liderazgo iraquí", y confirió su apoyo al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, a quien aseguró no haber abandonado.

"El primer ministro iraquí Al Maliki es un buen tipo, un buen hombres con una tarea difícil y yo le apoyo", aseguró el mandatario norteamericano durante la convención anual de la Asociación de Veteranos de Guerras Exteriores.

"No es la labor de los políticos en Washington, DC. decir si permanecerá en el cargo", reconoció Bush, insistiendo en que "es decisión de la población iraquí que ahora vive en democracia y no en una dictadura". Asimismo, Bush subrayó que mientras siga siendo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas "lucharemos para ganar". "Estoy confiado en que ganaremos", aseguró Bush, quien indicó que "los ideales e intereses que llevaron a Estados Unidos a llevar a Japón a convertir su derrota en democracia son los mismos que nos han llevado a permanecer implicados en Afganistán e Irak".

"La estrategia de defensa que rechazó entregar a los surcoreanos a un vecino totalitario contribuyó a levantar a un 'tigre asiático' que es un modelo para los países en vías de desarrollo de todo el mundo, incluido Oriente Próximo", aseguró. "El resultado del sacrificio y la perseverancia de Estados Unidos en Asia es un continente más libre, más próspero y estable y cuyas poblaciones quieren vivir en paz con Estados Unidos y no atacarle", agregó.

MARCHA ATRÁS

Bush da marcha atrás así, después de que ayer reconociera "la frustración" que alienta el debilitado Gobierno de Al Maliki, de confesión chií, que se ha visto incapaz de impulsar un proceso de reconciliación nacional en Irak, aunque insistió en que corresponde a la población iraquí decidir si continúa apoyando al mandatario al frente del Gobierno o no.

"Creo que hay un cierto nivel de frustración por el liderazgo en general, su capacidad para trabajar, reunirse por ejemplo, aprobar una ley de los beneficios del petróleo o celebrar elecciones provinciales", aseguró Bush.

"La cuestión fundamental es si el Gobierno responderá a las demandas de la población", insistió. "Si el Gobierno no responde a estas exigencia de las personas, entonces sustituirán al Gobierno", aseguró el mandatario estadounidense que incidió en que, en cualquier caso, "se trata de algo que deberán decidir los iraquíes" ya que es a ellos, dijo, a quien corresponde tomar la decisión "y no a los políticos americanos".

Mientras el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Ryan Crocker, advirtió ayer de que el apoyo de Estados Unidos en el país árabe "no constituye un cheque en blanco" tras reconocer "la decepción y la frustración" por la falta de progresos sobre el terreno a escala nacional en Irak. "El progreso a nivel nacional ha sido extremadamente decepcionante y está frustrando a todos los implicados, a nosotros, a los iraquíes y a los propios líderes iraquíes", dijo.

No obstante, Crocker admitió que Al Maliki trabaja "a la sombra de un gran trauma nacional" y subrayó que Washington continuará apoyando a su Ejecutivo "en sus esfuerzos por alcanzar la reconciliación nacional y proporcionar una gobernabilidad efectiva a la población de Irak". "No se trata sólo del primer ministro, es el Gobierno en su conjunto el que tiene que actuar", aseguró.

El propio Al Maliki contestaba hoy a las declaraciones de las autoridades norteamericanas al insistir en que "nadie tiene el derecho de fijar calendarios al Gobierno iraquí que ha sido elegido por su pueblo".

Asimismo, en rueda de prensa en Damasco incidió en que "ésos que hacen ese tipo de comentarios están molestos por nuestra visita a Siria. No prestaremos atención a esas declaraciones. Nos preocupamos por nuestro pueblo y nuestra Constitución y podemos encontrar amigos en otra parte", zanjó Al Maliki.

Por su parte, la Casa Blanca, a través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Gordon Johndroe, aseguró que las palabras de ayer del presidente han sido malinterpretadas, y que no pretendían sugerir que Washington retiraba su confianza a Al Maliki.