BERLIN, 1 Jun. (EP/AP) -
Una corresponsal de la CBS herida de gravedad esta semana en Irak empezó a comunicarse con su familia y los médicos hoy, y lo primero que preguntó fue qué sucedió con sus compañeros, según informó una portavoz de la cadena.
Los dos colegas británicos de Kimberly Dozier --el cámara Paul Douglas y el técnico de sonido James Brolan-- murieron en el ataque del pasado lunes, junto con a soldado estadounidense y un traductor iraquí. Dozier recibió las malas noticias, expresó la portavoz de la CBS, Kelli Edwards.
"Su primera pregunta fue '¿y el equipo?', queriendo saber lo que pasó con sus compañeros, y su familia y los médicos coincidieron en que si ella preguntaba le iban a contar lo que sucedió", explicó Edwards en una comunicación telefónica desde Nueva York.
La portavoz se negó a decir cómo había reaccionado Dozier ante las noticias, manifestando que la CBS quería proteger la privacidad de la periodista "en un momento que obviamente fue muy delicado".
Dozier, de nacionalidad estadounidense, fue trasladada el martes en avión al Centro Médico Regional de Landstuhl, después de las graves heridas en la cabeza y el cuerpo que sufrió durante el ataque con un vehículo cargado de explosivos en Irak.
Aunque estaba bastante menos sedada que en los días anteriores, Dozier, de 39 años, tuvo que escribir sus preguntas sobre un papel porque aún permanecía conectada a un aparato que la ayudaba a respirar, afirmó Edwards. Todavía se encuentra en estado grave, aunque estable.
Los ataúdes con los cadáveres de Douglas y Brolan fueron trasladados desde Kuwait al aeropuerto londinense de Heathrow, donde se realizó una ceremonia esta tarde, con presencia de sus familiares.
La esposa de Brolan, Geri, dijo que su esposo estaba "siempre feliz, nunca deprimido ni enojado". "No creo que haya querido hacer nada de manera diferente. Estaba muy orgulloso de lo que había hecho", explicó.
La familia y el novio de Dozier llegaron ayer para acompañarla mientras está en Alemania, y la periodista respondió inmediatamente al verlos, según el hospital. El centro médico no ofreció detalles sobre su condición hoy, y dijo que la CBS había pedido manejar todas las peticiones de la prensa.
Dozier viajaba con un convoy militar estadounidense en Irak cuando explotó un coche-bomba. Los tres periodistas se trasladaban en un vehículo blindado, pero en el momento de la explosión habían salido y estaban en la calle, acompañando a los soldados que habían parado para inspeccionar un puesto de control a cargo del Ejército iraquí.
