MOSCÚ, 15 Jul. (DPA/EP) -
El Gobierno de Irak ha dicho este lunes que ha entregado a Rusia 33 niños hijos de mujeres rusas que son sospechosas de haberse unido a Estado Islámico, un anuncio que llega después de que Moscú anunciara que ha desarticulado una célula del grupo terrorista en su territorio.
Los menores fueron deportados a Rusia el 10 de julio después de que el traslado se coordinara con la Embajada de Rusia en Bagdad, según ha explicado en un comunicado Ahmed al Sahaf, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí.
El portavoz ha indicado que su departamento ha deportado a 473 niños que son hijos de supuestos miembros de Estado Islámico de diferentes nacionalidades, incluidos de países como Rusia, Francia, Alemania y Turquía. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí ha pedido a todos los países que aumenten los esfuerzos para aceptar el envío de sus compatriotas que se unieron a las filas de Estado Islámico.
En mayo, el Gobierno de Irak informó de que había entregado 188 niños hijos de milicianos de Estado Islámico a Turquía.
Este lunes, el Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB) ha informado de que Rusia ha desmantelado una célula de Estado Islámico ubicada en la región de Rostov, en el sur del país, y que incluía a tres ciudadanos rusos.
Los miembros de la célula planeaban atacar a la Policía y cometer atentados en zonas con mucha afluencia de público, según un comunicado del FSB. El líder de la célula fue abatido por agentes cuando comenzó a disparar con un fusil de asalto para impedir su detención.
"En el intercambio de disparos, un artefacto explosivo improvisado estalló en el vehículo. El criminal murió en el lugar", ha señalado el FSB. La semana pasada, varios miembros de Estado Islámico fueron condenados a largas penas de prisión en Moscú por intentar hacer descarrilar un tren que une dos de las mayores ciudades del país, Moscú y San Petersburgo.
Rusia es uno de los principales valedores del régimen que preside en Siria Bashar al Assad y sus Fuerzas Armadas han apoyado al Ejército sirio en los últimos años en su guerra contra los rebeldes y los grupos terroristas.
El declive de Estado Islámico en Irak y en Siria ha hecho aumentar el temor en Rusia al posible retorno de extremistas que han combatido en las filas del grupo liderado por Abú Bakr al Baghdadi. Miles de combatientes extranjeros se unieron a Estado Islámico en 2014 cuando proclamó su 'califato' en los territorios que dominaba en Irak y Siria.
En diciembre de 2017, el Gobierno iraquí proclamó su victoria militar ante Estado Islámico. Los milicianos del grupo terrorista siguen perpetrando ataques y secuestros en Irak a pesar de haber perdido el control del territorio que dominaban.
